Durante las clases se dieron cuenta que la presencia de las cabras ayudaba a los asistentes, además que estos animales interactuaban con ellos. La tendencia de practicar yoga en la compañía de cabras se llama Goatyoga.
Las cabras “no son tan intimidantes y grandes como los caballos. Y los perros, ¿qué pasa si la gente es alérgica o no hay conexión o son muy tímidos? A las cabras no les importa nada, solo quieren que las acaricien. Tienen esa sensación de calma, y parecen estar en un estado de meditación. Quizás por eso se llevan muy bien con el yoga”, dijo Morse al diario Emol.
A las cabras les gusta morder el cabello y los dedos de los pies, eso puede ser un inconveniente para la meditación, según Lainey.