Nadie sabe cómo nos va encontrar la muerte, así como le pasó a las más de 1,500 personas que fueron alcanzadas y petrificadas por el río de lava que corrió cuando el Monte Vesubio hizo erupción en el año 79 D.C. Seguro que este hombre- que ahora se ha ganado el apodo de “el hombre masturbándose”- hubiera corrido por su vida y no hubiera quedado en tan sugerente posición.
Sin embargo, el vulcanólogo Pier Paolo Petrone ha aclarado al periódico The Daily Dot, lo que realmente habría sucedido: "El individuo murió por la oleada piroclástica caliente (una nube de gas caliente y ceniza) y sus brazos y piernas se flexionaron después de su muerte por el calor".