Esta decisión se tomó después de la aparición del monumento en un polémico video recientemente difundido por la extrema derecha, a un año de las elecciones legislativas en las que el partido FPÖ se considera favorito. "Hemos notado la necesidad de satisfacer una curiosidad de la sociedad", explica a la AFP la directora del museo Monika Sommer, celebrando el "vivo interés" suscitado por esta iniciativa.
También menciona "la importancia de educar" al público frente a la multiplicación de "informaciones falsas" en internet. Entre los 35 participantes en la primera visita, realizada este jueves, Regina Steiner, profesora de 59 años, confirma el interés de sensibilizar más a los jóvenes sobre el hecho de que "ocurrieron terribles acontecimientos en Austria" y que la historia puede "lamentablemente repetirse".
Ella esperaba poder pisar el balcón, pero los visitantes encontraron la puerta cerrada. Está oficialmente prohibido el acceso por razones de seguridad, especialmente debido a la baja altura de la barandilla.
La Casa de la Historia lleva años abogando por la apertura de la terraza, y en 2019 lanzó un concurso de ideas. Solo un puñado de personas pudieron acceder a ella, incluidos supervivientes de los campos de concentración como el escritor judío y premio Nobel de la Paz Elie Wiesel en 1992.
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