Sin embargo, tanto las largas horas bajo el sol durante las procesiones como la exposición al sol, la sal en la playa, y el cloro en las piscinas requieren cuidados especiales para mantener la piel sana como los que compartimos a continuación:
Durante las procesiones
1. Protección solar constante: La exposición prolongada al sol es inevitable durante las procesiones. Aplicar un protector solar de amplio espectro con un SPF de 30 o superior en todas las áreas expuestas de tu piel, incluyendo rostro, cuello, orejas, brazos y manos. Realizar la aplicación 20-30 minutos antes de salir y reaplicar cada dos horas, especialmente si se suda abundantemente. Optar por fórmulas resistentes al agua si prevés sudoración intensa.2. Indumentaria protectora: Complementar el protector solar con ropa que cubra la mayor parte de tu cuerpo. Preferir prendas de manga larga, pantalones largos y faldas largas de tejidos ligeros y transpirables. Los colores claros tienden a reflejar más la luz solar que los oscuros.
3. Hidratación profunda: La exposición al sol y el calor pueden deshidratar tu piel. Aplicar una crema hidratante antes de salir y reaplicar durante el día al sentir la piel seca.
En la playa:
1. Protector solar reforzado: La intensidad del sol en la playa, reflejada por la arena y el agua, exige una protección solar aún mayor. Utilizar un protector solar de amplio espectro con un SPF de 50 o superior, especialmente durante las horas pico de radiación solar (entre las 10 a.m. y las 4 p.m.).2. Reaplicación frecuente: La resistencia al agua del protector solar disminuye con el tiempo, el sudor y el contacto con el agua. Reaplicar el protector solar cada 40-80 minutos si estás nadando o sudando, e inmediatamente después de secarte con una toalla.
3. Cuidado post-exposición solar: Después de un día de playa, es fundamental calmar e hidratar la piel. Utilizar un gel o loción after-sun con ingredientes como aloe vera, caléndula o alantoína para aliviar posibles quemaduras, rojeces e hidratar en profundidad.4. Ducha refrescante: Ducharse con agua fresca para eliminar los residuos de sal, arena y cloro de la piel. Utilizar un jabón suave y sin sulfatos para evitar resecarla aún más.
5. Hidratación interna: Beber abundante agua es crucial para mantener la piel hidratada desde el interior. Llevar una botella de agua y beber constantemente durante el día en la playa.
6. Cuidado labial con SPF: No olvidar los labios. Aplicar un bálsamo labial con factor de protección solar para prevenir quemaduras y sequedad.