El experto, y también profesor emérito en la Universidad de Pittsburgh, mencionó que en estos dos países la discusión del tema fue pública, con base a diversas propuestas y debates, lo cual permitió alcanzar reformas consensuadas y brindó legitimidad al proceso.
“En El Salvador faltó dicho consenso y el debate fue sesgado; un estudio hecho por el autor con un reputado actuario propuso un sistema mixto con cálculos actuariales que demostraban tener costos de transición menores al proyecto gubernamental sustitutivo; nuestra propuesta fue contrapropuesta por otra hecha por un ingeniero comercial chileno (no un actuario) cuyas proyecciones y cálculos se probó eran incorrectos”, citó el autor.
Con dicha experiencia previa, añadió, el país debería de aprender y “llevar a cabo un real y efectivo diálogo social”.
El economista recalcó que otros países como Chile también siguieron procesos de diálogo, por ejemplo, con la Comisión Asesora Presidencial sobre el Sistema de Pensiones en Chile que funcionó entre 2014 y 2015.
Dicho grupo fue presidido por el profesor, economista e ingeniero comercial David Bravo, quien respaldó la necesidad del consenso en estos procesos. “Creo que es fundamental que uno de los aspectos claves sea ese diálogo social”, apuntó el experto.