Según el estudio, el mandatario actual demostró que es posible obtener la victoria en una elección presidencial sin estructura territorial partidaria. Concluye que hay evidencia que indica que una “precisa y bien pensada propaganda electoral junto con la utilización estratégica de los medios de comunicación” fue la “combinación perfecta que suplió esa falta de organización territorial, pero advierte que favoreció “el rechazo ciudadano a la política tradicional”.
Así, una de las valoraciones finales que hace el Centro de Monitoreo es que “no es del todo cierto que esta campaña se realizó mayoritariamente en redes sociales”, ya que el canal preferido donde se transmitió la mayoría de mensajes del ahora presidente fueron la televisión y la radio. “Todavía estamos ante una campaña que no abandonó los medios tradicionales”, indica el informe de la organización no gubernamental, que aclara que el medio favorito sigue siendo la televisión por el impacto de sus mensajes audiovisuales y el nivel de audiencia del medio.
Señala también que la propaganda de Bukele “cumplió al pie de la letra con la premisa del marketing político para ser efectivo: simplificación de ideas-contenido, sencillez del mensaje”, como “los mismos de siempre”, creando un sentimiento de adhesión con su causa.