Una residente del hogar Jardín de los Abuelitos en San Salvador es preparada para el reecuentro con los suyos que por primera vez la visitan. AFP
Después de seis meses un grupo de ancianos han vuelto a reencontrarse con sus familiares gracias a una cortina plástica con mangas que facilita un programa de abrazos y evita el contagio de la covid-19, constató este viernes un periodista de la AFP. El caso que asombró a los salvadoreños tiene lugar en el hogar Jardín de los Abuelitos, ubicado en el sector oeste de San Salvador, donde un equipo de médicos y enfermeras que hacen prolongados turnos de dos semanas atienden a 15 ancianos.
La idea de diseñar una cortina para proteger a los ancianos, la población más vulnerable frente a la covid-19, Bermúdez la tomó de un equipo brasileño que participa en un grupo latinoamericano de geriatras que trabajan en los llamados centros de larga estancia. Para no tener "sobresaltos y fallas en el protocolo (de bioseguridad)" en el programa de abrazos, según Bermúdez,
se desarrolló un plan de educación en salud tanto para ancianos como para sus familiares. Después de varios días de impulsar el programa de contacto físico, Bermúdez celebra que los niveles de ansiedad bajaron y los "miligramos de medicamentos" que aplicaban también lo hicieron.
María Gregoria Ramos, de 38 años, expresó a la AFP su "satisfacción" por reencontrarse con su tía Cecilia en el Jardín de los Abuelitos, gracias a las medidas del protocolo de bioseguridad para "poderlas tener a salvo" de la pandemia.El Salvador, de escasos 20.742 km2 y 6,6 millones de habitantes, acumula 26.773 casos positivos de covid-19. De ellos 3.994 son ancianos entre 60 y 80 años.