Desde las cinco de la tarde de ayer, los vendedores empezaron a desmantelar sus puestos.
Desde el lunes, aproximadamente 1,000 vendedores de la calle Rubén Darío, en el centro de San Salvador, tenían 48 horas para desalojar sus puestos de venta; ayer, a las 5:00 de la tarde, este desalojo empezó a ejecutarse.
Según la alcaldía municipal de San Salvador, este movimiento es fruto de un diálogo con los vendedores que viene de meses atrás para que estos pasen al nuevo mercado Hula Hula, en la cuadra contigua al Palacio Nacional.
"Hay más de 900 vendedores que ya aceptaron los beneficios del mercado, la alcaldía apoyará su desalojo y su instalación en el mercado. El mercado contará con parqueo, agua potable, servicios básicos, cámaras y guarderías”, dijo una fuente de la comuna a Diario El Mundo.
Añadió que se trata de un reordenamiento para construir una calle Darío "diferente” con aceras grandes e iluminadas, que traerá beneficio a los empresarios de la zona.
La gestión anterior de la comuna capitalina, bajo la administración de Ernesto Muyshondt, lanzó el proyecto del corredor urbano, antes de iniciar la construcción del mercado Hula Hula, éste tenía como fin conectar el revitalizado Centro Histórico con el parque Cuscatlán.
El traslado.
Desde las cinco de la tarde, los golpes de martillos en las láminas anunciaban el desalojo que un día anterior les fue notificado, a través de avisos que encontraron pegados en los puestos.
"Es algo triste porque de aquí dependemos, para pagar la comidita, para pagar lo que se debe, luz, agua, todo”, contó Marlon Andino, quien desde hace 18 años vende ropa en ese lugar. Contó que en la reunión les dijeron que debían esperar alrededor de un mes en sus casas y que les llamarían para ver si eran aceptados en el nuevo mercado.
Andino dice que para postularse al nuevo mercado debe presentar solvencia policial, antecedentes penales, copia de DUI y NIT.
Los vendedores dicen que si se oponen, los pueden llevar presos bajo las nuevas leyes, aludiendo al régimen de excepción. / G. Aquino
Su esposa, Karen de Andino, dice que aunque la cuota a pagar en el nuevo mercado se ha reducido, la consideran costosa: $200 por un metro y medio de espacio. Ambos creen que no es un pago justo, pero que no tienen de otra, porque tampoco pueden protestar.
"Nosotros queremos protestar pero como sentimos que nos van a llevar si lo hacemos”, añadió Andino.
"Ya nos dijeron que no quieren protestas, no quieren quejas porque con las nuevas leyes no podemos reclamar”, secundó Luz de León, otra de las vendedoras que ayer empezó a desmantelar su puesto.
Ayer en la tarde, un grupo de vendedores dio una conferencia en el parqueo del mercado Hula Hula y apoyaron la medida del desalojo en la calle Rubén Darío; aseguraron que hay 930 puestos en el mercado recién construido para ser ocupado.
Los desalojos siguen ahora, en almenos unas 13 cuadras que recorre la calle Rubén Darío y los alrededores del mercado Hula Hula, en San Salvador.