Anthony Blinken, secretario de Estado.
Diplomáticos estadounidenses y chinos se reúnen el jueves en Alaska en sus primeras conversaciones cara a cara desde que asumió el cargo el presidente Joe Biden, dispuestos a discutir una larga lista de temas en los que divergen ampliamente.Las relaciones entre Washington y Pekín siguen siendo conflictivas después que se tensaran bajo la presidencia de Donald Trump. El conflicto llegó a todos los niveles, desde el comercial hasta la defensa, pasando por la tecnología y la situación en Hong Kong.El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, y el asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, prevén conversar con el alto funcionario chino Yang Jiechi y el ministro de Relaciones Exteriores, Wang Yi, el jueves por la tarde.Anchorage fue considerado un lugar de encuentro más neutral que Washington o Pekín para la cumbre de tres sesiones que finaliza el viernes.Pero las expectativas de ambas partes son limitadas.
"Llegamos a estas discusiones conociendo el inquietante historial de China de incumplimiento de sus promesas", dijo una portavoz estadounidense, que prometió denunciar las acciones del gigante asiático que
"desafían la seguridad, la prosperidad y los valores de Estados Unidos"."Sin margen para el compromiso"
Un representante de la cancillería china hizo en Alaska una advertencia a Washington: Pekín
"no tiene margen para el compromiso en cuestiones relativas a su soberanía, seguridad e intereses fundamentales", dijo el portavoz Zhao Lijian.Zhao instó a Estados Unidos a no mantener una "diplomacia de megáfono" con China, después que Washington afirmara que
tenía la intención de mostrar su firmeza hacia Pekín tras haber mantenido una ronda de reconstrucción de alianzas en Asia."Estados Unidos debería encontrarse con China a mitad de camino y conducir el diálogo de una manera sincera y constructiva", afirmó Zhao.La última reunión entre las dos potencias, en junio,
no aportó nada para descongelar la fría relación que parecía marcar una nueva Guerra Fría hacia finales del mandato de Trump.Biden ha mantenido una línea dura sobre China, y Blinken ha dicho que representa la "mayor prueba geopolítica de Estados Unidos en el siglo XXI".Aún así, el equipo del presidente estadounidense ha dicho que quiere involucrarse diplomáticamente en el escenario mundial, en un giro respecto a la postura aislacionista de Trump. En especial, en temas como
el cambio climático, la pandemia y la no proliferación de armas, en los que Washington se había distanciado de sus aliados.
"Coacción"
En Tokio, Blinken advirtió a China contra el uso de la "coacción y el comportamiento desestabilizador".El jefe de la diplomacia y el secretario de Defensa, Lloyd Austin, también asistieron a una importante cumbre entre los líderes de la llamada alianza Quad, que agrupa a Estados Unidos, Australia, Japón e India, como un freno a las ambiciones de China.Blinken y sus pares criticaron a China por varias cuestiones, incluida
la erosión de la autonomía de Hong Kong, las tensiones con Taiwán y el Tíbet, el tratamiento a la población uigur en Xinjiang, los reclamos de Pekín sobre el Mar de China Meridional, el robo de propiedad intelectual y una supuesta opacidad sobre los orígenes de la pandemia.