Una vista del capitolio, durante los ensayos de la ceremonia. /AFP
La llegada al poder de Joe Biden en Estados Unidos genera expectativas pero también recelo entre los inmigrantes, que vislumbran un alivio tras cuatro años de políticas restrictivas de Donald Trump, pero no olvidan las duras medidas ejercidas cuando él era vicepresidente bajo la administración de Barack Obama.Biden prometió la regularización de 11 millones de indocumentados que viven en el país y la reinstalación de sistemas de protección, como el que protege de la deportación a los llamados "dreamers” (soñadores), jóvenes que llegaron al país siendo menores junto a sus padres. "Yo no soy muy fan de Biden, pero soy optimista de que este gobierno va a tratar de trabajar con nosotros”, confesó Gabriela Hernández, una "soñadora” de 22 años que llegó desde El Salvador con su madre cuando tenía cinco años. En su situación hay unos 700 mil jóvenes que fueron indocumentados toda su vida hasta que en 2012 el mandatario demócrata Barack Obama les otorgó el estatuto de protección Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA).Los "soñadores” vivieron en el limbo durante la presidencia de Trump, quien decidió cancelar esta protección, dando inicio a una larga batalla judicial.Cualquier cambio permanente que Biden quiera implementar deberá pasar por el Congreso.Allí los demócratas son mayoría en la Cámara de Representantes, pero todavía no se sabe quién va a controlar el Senado, ya que los dos escaños de Georgia se definirán en una segunda vuelta el 5 de enero y de estos comicios depende quién tenga la mayoría en la Cámara Alta.
¿Y el TPS?Con o sin un Congreso afín la tarea es enorme, ya que durante el gobierno de Trump los cambios en la política migratoria ocurrieron a un ritmo "frenético y sin precedentes”, indicó el Instituto de Política Migratoria.Según este centro de estudios las más de 400 órdenes ejecutivas firmadas por el mandatario saliente buscaron "desmantelar y reconstruir metódicamente el sistema en base a una visión global de la inmigración como una amenaza”. Para Gabriela, su actual estatuto migratorio sigue siendo una solución "parche” y es como "poner un paraguas sobre una población de millones de personas”, en relación a la cantidad total de indocumentados.Jorge Benítez, que también es un "soñador”, todavía alberga "miedo”. Durante el gobierno de Obama, en el cual Biden fue el vicepresidente, hubo un récord de deportaciones.Una reticencia que también alberga William Martínez, que llegó de El Salvador con su familia después de que el país fuera devastado por un terremoto en 2001. Está protegido de la deportación por el Estatuto de Protección Temporal (TPS), un mecanismo creado para extranjeros de países afectados por desastres naturales o inestabilidad política.Trump también intentó eliminar esta protección, una batalla que sigue en tribunales.William, de 28 años, no espera "nada” de Biden. Afirma que cualquier solución vendrá de un acuerdo bipartidista por lo que piensa hacer campaña en Georgia para asegurarse que los demócratas controlen el Senado. Uno de los temas claves serán los demandantes de asilo en la frontera mexicana, pero el asesor de Biden, Juan González, ya advirtió a la cadena CNN que "no habrá cambios inmediatos”.
CambiosAgenda de Biden se atrasará por juicio a Donald TrumpEl presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden, prometió actuar con rapidez para enfrentar la pandemia de covid-19 y la crisis económica una vez que asuma el cargo el miércoles, pero sus esfuerzos por unir al país pueden verse minados por el juicio político contra Donald Trump.Biden ya anunció que revertirá de inmediato algunas de las políticas más controvertidas de Trump, algo que puede hacer por decreto.