El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se ha mostrado "profundamente decepcionado" con la decisión de un tribunal federal de Texas de bloquear el programa migratorio de Acción Diferida para los Llegados durante la Infancia (DACA) --una vía de regularización de indocumentados-- al considerarlo es "ilegal".En su fallo publicado este viernes,
el juez Andrew Hanen prohibía las futuras solicitudes aunque, por el contrario, no cancelaba de forma inmediata los permisos actuales para las miles de personas que se acogen al programa, según informó la cadena CNN.Hanen dictaminó que el Congreso no le había otorgado al Departamento de Seguridad Nacional, de la administración del presidente Barack Obama, la potestad necesaria para impulsar el proyecto que, en parte, limitaba la autoridad de los funcionarios de inmigración para cumplir la ley en materia de deportación.
"El Congreso no le ha dado al Poder Ejecutivo rienda suelta para otorgar presencia legal fuera del ámbito del esquema legal", trasladó Hanen en el fallo judicial, en el que se trasladaba al Departamento de Seguridad Nacional la orden de "no aprobar nuevas solicitudes de DACA ni otorgar el estatus auxiliar".Apenas 24 horas después, el presidente Biden ha emitido un comunicado en el que ha instado
al Congreso a impulsar una nueva legislación que ampare a los inmigrantes ilegales y los proteja de la deportación. En la misma línea, el secretario de Seguridad Nacional,
Alejandro Mayorkas, ha expresado sentirse "decepcionado" por el fallo judicial, aunque se ha mostrado firme en que esto "no desviará los esfuerzos (de la administración Biden) para proteger a los 'dreamers'". El Congreso sigue siendo el único organismo que puede proporcionar una solución permanente para los beneficiarios de DACA a través de la legislación, pero la ley en materia de inmigración apenas ha evolucionado en los últimos años, especialmente durante los cuatro años de mandato del presidente Donald Trump.DACA fue lanzado por el Gobierno de Obama en 2012 y permite que los hijos de inmigrantes ilegales, que fueron llevados a Estados Unidos cuando aún eran menores de 16 años, permanezcan en el país, siempre que llegasen antes de 2007, y aunque actualmente no proporciona legal a sus destinatarios, ha protegido a unos 700.000 jóvenes de la deportación.Así, el fallo de Hanen ha supuesto un nuevo varapalo a esta medida social que ya vio como el presidente Trump la bloqueó en 2017, aunque más tarde la Corte Suprema del país bloqueó este intento tres años después, en 2020.