Carabantes y la afición de FAS, una relación insostenible

Kevin Carabantes vive momentos difíciles en FAS. El portero lleva meses con una pésima relación con la barra tigrilla y ya anticipó a que dejará el club cuando finalice este torneo más allá de que aún le queda contrato por delante. El último episodio tuvo lugar en el Óscar Quiteño, en el juego ante Limeño. El portero recibió insultos de una parte de la afición tigrilla durante casi todo el juego. El clima se caldeó aún más con el segundo gol de Limeño, que terminó por sellar la victoria 2-1 del equipo de Santa Rosa. A pesar de todo, los jugadores de FAS fueron a saludar a la barra como lo hacen después de cada partido. Solo que esta vez el portero decidió no acompañarlos. Concluyó que era ilógico ir a saludar a un grupo de aficionados que estuvieron hostigándolo todo el partido. La relación entre Carabantes y la barra es insostenible. Al portero, además, le culpan por cada gol que recibe el equipo, que marcha en la octava posición y si termina clasificando, cosa que parece muy probable, será más por la mediocridad de los rivales que por mérito propio. "Es una decisión que venía pensando desde antes,” dijo Carabantes en el momento que anunció que dejaría el club. "Es por el bien de mi salud mental y por mi familia que sufre por uno”, agregó. Eso sí, afirmó que quiere irse con el título de campeón.