Castillo Arévalo agredió a Carla Ayala desde la fiesta

Sábado 24, Marzo 2018 - 12:04 AM
El disparo habría sido en la cabeza porque hallaron sangre y cabello de Carla Ayala. / Wilson Urbina
La agente Carla Ayala no era del extinto Grupo de Reacción Policial (GRP) y nadie hasta la fecha ha informado qué hacía en la fiesta que ese grupo élite policial había organizado el 28 de diciembre de 2017.¿Quién la invitó y cómo conoció al agente Juan José Castillo Arévalo? son otras de las preguntas sin respuesta y de las que tampoco se habló en la reconstrucción de los hechos realizada entre la noche del jueves y madrugada de ayer.Lo que sí se sabe es que ambos bailaron y ahí iniciaron los insultos por parte de Castillo Arévalo hacia Carla Ayala, pero nadie le puso atención y al finalizar la fiesta el sargento Humberto Ventura Martínez, de indicativo Enigma, ordenó a los agentes Wilfredo Deras Hernández y Ovidio Pacheco, que la fueran a dejar a su casa ubicada en Apopa.La agente Ayala no iba sola, ya que en la parte trasera la acompañaba el agente Castillo Arévalo, de indicativo Samurai. Desde que salieron de la base del entonces GRP, iban conversando, es más, Castillo Arévalo en estado de ebriedad y simulando la voz de un mexicano, le iba diciendo que él no era ningún pordiosero, que tenía todas las facilidades y que en el GRP tenía su lugar.Esa conversación amena que llevaban terminó cuando sonó un teléfono, pero ni Deras Hernández y Pacheco, saben el teléfono de quién se activó y si en realidad fue una llamada o un mensaje.De lo que sí dan certeza es que entre cinco a diez segundos después de la activación de la pantalla de ese teléfono, se escuchó un disparo y Pacheco redujo velocidad. "Al disminuir la velocidad él se acerca, le pone su codo derecho a mi compañero y de ahí me pone la pistola cerca de la cabeza y mi compañero le pregunta qué paso comando y él responde y dice: ‘Es que esta perra y esta puta así quería’”, dice Pacheco en su declaración. Con la agente herida y con las acciones amenazantes de Samurai, Deras y Pacheco, regresaron a la base del extinto GRP, pero en todo el trayecto Castillo Arévalo, quería deshacerse de Carla Ayala.