Steve Verze es el primer paciente en Reino Unido que recibió este jueves una prótesis de ojo impresa en 3D. Cortesía Hospital Moorfields.
Un paciente londinense se convirtió este jueves en
el primero del mundo al que se le implantó una prótesis ocular impresa en 3D, informó el hospital de la capital británica que lleva a cabo la operación.
La utilización de la impresión en 3D debe reducir a la mitad el proceso de fabricación de la prótesis, que en la actualidad tarda seis semanas, precisó el hospital.
"Necesito una prótesis desde los 20 años, y siempre me he sentido acomplejado por ello", explicó Varze, un ingeniero londinense en la cuarentena."Cuando salgo de casa, a menudo me miro en el espejo y no me gusta lo que veo", añadió.
"Este nuevo ojo", que pudo probar a principios de noviembre, "es fantástico y (...) sólo puede ir a mejor".Los implantes acrílicos actuales requieren que se haga previamente un molde de la cuenca del ojo, un procedimiento engorroso, especialmente para los niños, antes de colocarlos y pintarlos.Con la versión en 3D, basta con un simple escaneo.
Un programa informático elabora un modelo en tres dimensiones y los resultados se envían a una impresora en Alemania, que produce el ojo en dos horas y media.Más rápido de hacer,
este ojo falso también parece más natural, ya que permite que la luz pase a través de toda su profundidad. Según la Moorfields Eye Charity, más de 8 millones de personas en todo el mundo tienen una prótesis ocular, debido a una deformación, enfermedad o traumatismo. La organización señala que las técnicas de fabricación han cambiado poco en los últimos 50 años.