Consejos útiles para formar personas líderes y útiles en la sociedad.
Jueves 16, Enero 2025 - 5:55 AM
Enseñarles a ser ganadores: los hijos líderes desde pequeños se involucran en actividades que conciernen a las inteligencias múltiples, ya sea en la escuela, en el hogar o en su lugar de residencia.
El ser humano, en especial los niños, necesita de pilares en la sociedad para lograr sus metas y objetivos; necesita de consejos para convertirse en personas útiles. Es fundamental cumplir con ciertos requisitos para levantarse en cada intento. Puede utilizar las siguientes premisas, las cuales le ayudarán para convertirse en líder:
La religiosidad: es la piedra angular que ayuda a formar valores; aunque, para algunos, lo religioso no es fundamental para convertirse en líderes. En un mundo globalizado en donde se están perdiendo los valores y los estereotipos imperan, educar a los niños con valores espirituales, hace crecer en una perspectiva diferente para convertirse en excelentes seres humanos. Un infante, si crece con principios religiosos, tendrá menos probabilidades de convertirse en un ciudadano corrompido, ocioso y falto de valores. Siempre los sacerdotes aconsejan que la familia unida tiene que asistir los domingos a Misa.
La educación escolar: no importa en qué lugar estudie, lo importante es tener deseos de superarse. Los niños inician a explorar el mundo; y si desean superarse, se esforzarán y culminarán una carrera universitaria. Motive a sus hijos, y no sea usted padre de familia, quien obligue a su hijo a estudiar lo que usted desee. El éxito de un estudiante radica en tener equilibrio emocional.
Relaciones humanas: Es importante que el infante esté involucrado en actividades en donde cultive amistades. Es fructífero se inscriba en los Scouts, asociaciones próvidas o para colaborar en causas nobles, etc. Mientras más amistades conquiste tendrá más probabilidades de encontrar siempre las puertas abiertas en diferentes ámbitos en la vida.
Leer libros de liderazgo o la Biblia: cuando el hijo no puede leer, hay que leerle libros de liderazgo y por ende la Biblia cuando estén pequeños; explicarle con ejemplos cómo se aplican las lecturas. Qué mejor de leerles las Parábolas de Jesús. Ya, cuando pueda leer y escribir por iniciativa propia, leerá todo lo que contribuya a su formación. El cultivo de la lectura lleva al éxito. Leer sobre el liderazgo de Jesús es de suma importancia para cultivar valores espirituales y morales.
Comunicación familiar: es la mesa, el bastión que ha servido para comunicar, y el único que queda en muchos hogares para disfrutar el momento familiar. Momento que ayuda a que la familia converse, se evacuen diferencias, se solucionen problemas y a enseñar a dar gracias por los alimentos que se ingieren. Jesús Martín Barbero hace alusión a la cotidianidad familiar, en donde la televisión fue por mucho tiempo quien acompañaba a la familia. En estos tiempos los teléfonos inteligentes son los protagonistas.
Enseñarles la importancia del trabajo: los niños tienen que ser emprendedores desde pequeños. No se confunda con alejarlos de aprender todo lo que sea útil en la vida. Las personas que no son líderes se acostumbraron desde pequeños a esperar que otros hicieran las actividades. Las personas exitosas siempre buscan una oportunidad para salir adelante.
Padres responsables: no todos los niños crecen en una familia unida o funcional: padre, madre y hermanos. La disfuncionalidad familiar hace que los hijos se desarrollen con problemas psicológicos. Ese es un punto crucial para verificar que no todos serán líderes. Un hijo, el cual tiene la atención de ambos, padre y madre, está propenso a cultivar más el liderazgo; no se confunda con malas crianzas como consentido o darle todo lo que desea fácilmente.
Inculcarles valores: no se debe dejar de inculcar valores a los hijos. Si se deja que otras personas lo hagan, se está cometiendo un error. Es más, no dejar que los medios de comunicación, en especial las redes sociales, les dominen o les inyecte antivalores. Los valores le forjarán de por vida.
Enseñarles a ser ganadores: los hijos líderes desde pequeños se involucran en actividades que conciernen a las inteligencias múltiples, ya sea en la escuela, en el hogar o en su lugar de residencia. El deporte, clubes de lectura, la música y otras actividades, ayudarán a que se conviertan en líderes. Eso también depende de la inteligencia emocional. No importa el estatus social o económico; al hijo siempre se le debe decir que es un campeón, que vencerá las barreras en el mundo y que logrará éxitos en la vida si se lo propone. Cuando sean jóvenes, se les notará hasta en su semblante que han cultivado el liderazgo.
Nunca desfallecer: Los seres humanos necesitamos tener algo o alguien que nos aliente a seguir adelante. Muchos no lograron convertirse en exitosos debido a barreras mentales. Debemos ser personas resilientes, empáticas, visionarias y siempre luchar ante las vicisitudes. En momentos difíciles, que no se nos olvide que Dios está siempre con nosotros. San Juan Pablo II sufrió muchas adversidades en su vida y se convirtió en líder religioso; sufrió tragedias, dolor, pobreza, pero nunca desfalleció. Los hijos deben ser resilientes.
Lo anterior indica que a través de los valores se pueden alcanzar muchos objetivos en la vida. Ser útil en la sociedad es lo que le agrada a Dios. El éxito se va cultivando llevando de la mano los valores, de eso no hay duda.
Fidel Arturo López Eguizábal, Docente Investigador Universidad Francisco Gavidia
flopez@ufg.edu.sv