Consumo de petróleo en el país crece pese a tendencia mundial de reducirlo

Martes 16, Abril 2019 - 12:01 AM

Un estudio de EY estima que las energías alternativas desplazarán al petróleo para 2029 y ya no sería el principal actor de la industria energética.

El consumo de petróleo y sus derivados continúa aumentando en El Salvador, pese a que la tendencia mundial es reducirlo y transitar hacia el uso de tecnologías renovables, destacó Carlos Badilla, experto de la firma de asesores EY.Los datos oficiales del Banco Central de Reserva (BCR) indican que El Salvador pagó cerca de $1,654.2 millones por su factura petrolera al término de 2018, un incremento de $364.15 millones frente a los $1,290.08 millones de 2017.En total, el país importó 2,630.9 millones de kilogramos de productos derivados del petróleo, lo que significó un incremento de 5.8 % (144.68 millones de kilogramos) respecto a 2017, cuando se compraron 2,486.2 millones.Estos datos revelan que el consumo de hidrocarburos en El Salvador continúa al alza "muy a pesar de los esfuerzos que en el mundo se están haciendo por energías renovables”, destacó Badilla, parte del equipo de EY Centroamérica y República Dominicana que realizó un estudio sobre el impacto del petróleo en las economías de la región.Dicho estudio concluyó que las energías alternativas desplazarán al petróleo para 2029 y probablemente ya no será el principal actor de la industria energética. Esta transición, destacó EY en el informe, se beneficiaría con el abaratamiento de los precios para la generación con tecnologías renovables. Esto se evidencia en el costo de las celdas para la industria fotovoltaica, que hace 40 años costaban $78 por vatio y ahora solo $0.72, indicó EY.Aunque la mayor parte de los derivados del petróleo se utilizan para la movilidad en El Salvador, aún es una de las principales fuentes en la matriz energética, con una capacidad instalada de 756.6 megavatios, el 39.9 % del total, según el Consejo Nacional de Energía (CNE).El CNE indica que la inyección de energía térmica tendió a reducirse en los últimos tres años, pues pasó de tener en 2016 una participación del 36.51 % en el abastecimiento de la demanda, a representar el 18 % en 2018.La tecnología térmica aportó en 2016 cerca de 2,362 gigavatios hora (Gw/h), pero en 2017 bajó a 1,276 Gw/h, una reducción del 85 % que equivalió a 1,086 Gw/h menos.En tanto, en 2018 aportó 1,179.6 Gw/h de un total de 6,537.8 Gw/h inyectados a la demanda de energía eléctrica. La reducción de la electricidad térmica responde a un incremento en las importaciones, que cubrieron el 26.9 % de la demanda, así como una mayor generación de tecnología hidroeléctrica -que alcanzó el 23.6 %-, así como la incorporación de la fotovoltaica, cubriendo el 2% y el 7.5 % aportado por la generación vía biomasa.