Durante 14 años, han aumentado los salvadoreños que valoran menos la democracia.
La cantidad de personas ambivalentes –que se mueven de los valores democráticos a los autoritarios–ha crecido en Centroamérica, así como en El Salvador, de acuerdo a un informe sobre el Estado de Región 2021.Los salvadoreños considerados ambivalentes suman el 37.3 %, más que en Nicaragua que tiene un 25.7 %. En El Salvador, según el informe, este grupo de personas ha experimentado un crecimiento de 14 puntos porcentuales a lo largo de 12 años.Costa Rica sigue siendo el país que más apoya la democracia, ya que tiene un 11.9 % de personas demócratas liberales, frente al 6 % de El Salvador y 8.1 % de Nicaragua."Las personas ambivalentes representan un riesgo para la democracia en tanto sus creencias en ella carecen de bases sólidas y en un contexto electoral ese desarraigo podría ser capitalizado por grupos antisistema”, indica Ronald Alfaro, investigador del Estado de la Región.
Demócratas.
El grupo que respalda con fuerza el sistema y la tolerancia política está ubicado en el grupo de los demócratas liberales; mientras, el grupo de quienes rechazan el sistema democrático y la tolerancia son los autoritarios o antidemócratas.También se encuentran los liberales semidemócratas y los anarquistas, que tienen un bajo apoyo al sistema y una alta tolerancia.En medio se ubica el grupo ambivalente, una especie de "demócratas a medias”, señala la investigación, ya que tienen opiniones ambiguas y contradictorias respecto a la democracia.
Vulnerabilidad.
De acuerdo al estudio, el aumento el aumento de los grupos escépticos va apoyado a preocupantes reducciones de los demócratas liberales y está relacionado a la vulnerabilidad democrática.Los casos con mayor déficit de demócratas son Honduras, Panamá, Guatemala y El Salvador, con saldos negativos.Por ejemplo, El Salvador tiene un saldo de -12, la diferencia de los grupos más creyentes en la democracia y los grupos más críticos de la democracia. En Nicaragua, el saldo es positivo, de 6; en Guatemala, el saldo es -15; en Honduras, -11; y en Costa Rica, el saldo es positivo, 11.Francisco Díaz, presidente de la Fundación para el Desarrollo de las Ciencias Sociales (Fudecso), hizo la reflexión de que la democracia no ha sido capaz de entregarle los servicios que necesitaba la población.Por su parte, Héctor Dada Hirezi observó que este informe fue realizado antes de las "barbaridades” cometidas por el Gobierno de El Salvador, que calificó como un "autoritarismo familiar” que sigue el "guion de la familia Ortega-Murillo”.El informe fue presentado y comentado en el seminario "Democracia en Centroamérica y República Dominicana: ¿Cómo frenar su deterioro?” organizado por la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (Fusades).
El dato
El estudio Estado de la Región advierte un terreno poco fértil para la democracia en la región, ya que las clases medias y educadas son las más escépticas.