Tras pasar más de una semana mendigando un puerto para desembarcar a sus pasajeros, la línea Holland America, del grupo Carnival, decidió desplegar su barco Rotterdam desde Puerto Vallarta en México. Foto: AFP
El crucero Zaandam, con más de 1.800 pasajeros entre ellos 42 con síntomas de gripe, decidió el martes emprender rumbo a Panamá luego que se le denegara atracar en puertos de Chile, Perú y otros países de Sudamérica, que cerraron todas sus fronteras por la amenaza del coronavirus.Tras pasar más de una semana mendigando un puerto para desembarcar a sus pasajeros, deseosos de volar a sus respectivos países, la línea Holland America, del grupo Carnival, decidió desplegar su barco Rotterdam desde Puerto Vallarta en México "para reunirse con Zaandam y proporcionar suministros adicionales, personal, kits de prueba COVID-19 y otro tipo de apoyo según sea necesario", indicó la empresa en un comunicado.Con 611 tripulantes y sin turistas, Rotterdam partió de Puerto Vallarta "para que los dos barcos se reúnan en la noche del 26 de marzo frente a las costas de Panamá".De ahí la intención de la empresa es que emprendan su ruta Fort Lauderdale, Florida, para llegar el 30 de marzo, "sin embargo, los planes aún se están finalizando".El crucero Zaandam zarpó el 7 de marzo de Buenos Aires hacia San Antonio, en la costa central de Chile, como destino final. Pero la empresa decidió detener todos sus trayectos ante las medidas drásticas que iban tomando los gobiernos por la expansión del coronavirus.Así, pidieron autorización para atracar el 14 de marzo en Punta Arenas, sur de Chile, para que sus 1.243 pasajeros y parte de los 586 tripulantes a bordo bajaran a buscar vuelos de regreso a sus países cuanto antes."A pesar de las confirmaciones previas de que los huéspedes podían desembarcar en Punta Arenas para tomar vuelos, no se nos permitió hacerlo", dijo Holland America, del grupo Carnival.Luego, "Chile cerró todas las fronteras durante 14 días y escuchamos que un barco que logró atracar en Punta Arenas fue recibido por los lugareños arrojando piedras", cuentan en Facebook Dimiti y Neil Bate, una pareja de Australia que viaja a bordo.En medio de la crisis sanitaria mundial, la tripulación detectó pasajeros enfermos con síntomas gripales, pero "como es temporada de gripe y las pruebas COVID-19 no están disponibles a bordo, en este momento es difícil determinar la causa de estos numerosos casos", indicó la línea. El domingo la compañía reportaba 42 personas enfermas."Son tiempos de pruebas. No nos olviden", pidieron los Bate.Entre los turistas figuran unos 105 franceses, según fuentes consulares en Santiago.