La falta de espacios para el juego es una de las preocupantes situaciones para los niños y niñas que se ha truncado, durante la pandemia, según el estudio. / AFP
Aunque el covid-19 no es un grave riesgo en la salud para los niños entre cero y ocho años de edad, este rubro considerado como la primera infancia
podría sufrir consecuencias de las medidas paliativas a la enfermedad, como el confinamiento y el cierre de las escuelas, según el último estudio de coyuntura de la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (Fusades).Sin embargo, esto es una inferencia de los escenarios que el estudio encuentra, debido
a la falta de información sobre la situación de la primera infancia durante la primera ola de la pandemia causada por el SARS-CoV-2.Uno de los desafíos que Fusades plantea en su estudio es
la ausencia de herramientas que brinden un diagnóstico de los efectos en el desarrollo infantil temprano y la falta de acceso a información que dificultan la planificación, priorización y asignación de recursos. El estudio que resalta un posible rezago en el desarrollo infantil temprano señala que solo se encontraron a
lgunos datos del acceso a la salud en los niños, como los controles prenatales, la inscripción de niño sano, y los de vacuna.Además, breves datos sobre la situación de violencia que los niños, niñas y adolescentes presentaron durante el confinamiento. El estudio plantea que el país tiene todo un marco legal que respalda los derechos de los infantes como: