Al menos cuatro muertos y 120 heridos dejó este viernes
un poderoso sismo que provocó el derrumbe de edificios en el oeste de Turquía, bajo cuyos escombros hay gente atrapada, y una subida temporal del nivel del mar. El movimiento telúrico, que se sintió en Estambul y Atenas, tuvo lugar en el mar Egeo, al sudoeste de Esmirna, tercera ciudad de Turquía, y cerca de la isla griega de Samos.
La magnitud del sismo, que se produjo a una decena de kilómetros de profundidad, fue evaluada por el Instituto Geofísico Americano (USGS) con una magnitud de 7 y de 6,6 por las autoridades turcas.
El alcalde de Esmirna, Tunç Soyer, afirmó al canal de noticias CNN-Türk que había recibido información sobre casi 20 edificios derrumbados. En Bornova, los rescatistas, ayudados por habitantes y policías, intentaban abrirse paso entre los escombros de un edificio de viviendas de siete pisos con ayuda de motosierras, según las imágenes de la cadena pública TRT.
Una cadena humana intentaba despejar las ruinas pasando entre trozos de vigas y ladrillos, según estas imágenes. A veces los socorristas exigían silencio para tratar de localizar a los supervivientes.Una joven fue sacada de los escombros de un edificio derrumbado, según CNN-Türk. Otras dos personas salieron de las ruinas de otro edificio de siete pisos, según TRT.
Mini-tsunami
Señal de su potencia, el sismo provocó un mini-tsunami en Samos, donde se registraron daños materiales, según la televisión pública griega Ert.
A pesar de las fuertes tensiones que los separan, Turquía y Grecia se comprometieron a ayudarse mutuamente.En una entrevista telefónica, los ministros de Asuntos Exteriores de ambos países "subrayaron que están dispuestos, en caso de necesidad, a ayudarse y apoyarse mutuamente", declaró el gobierno turco en un comunicado.
La subida del nivel del mar inundó las calles de Seferihisar, ciudad turca situada cerca del epicentro, según los medios locales.Las televisiones turcas mostraban imágenes de nubes de polvo elevándose en el cielo, mientras que los habitantes se precipitaban a la calle víctimas del pánico.En una imagen captada por un habitante con su teléfono celular, se vio un edificio derrumbarse como un castillo de naipes, mientras que los transeúntes gritan: "¡Dios mío!".
El movimiento telúrico fue también sentido en Estambul, capital económica del país enlutada hace 20 años por un potente terremoto.Pero el gobernador de la provincia de Estambul, Ali Yerlikaya, señaló que no se constató ningún daño.