“Desde los 10 años dije que iba a ser médico y partero”
Viernes 14, Julio 2023 - 3:45 AM
Médico desde 1973, este año cumple 50 años de ejercicio y 45 de ser especialista en Ginecología y Obstetricia.
El deseo de ayudar y servir a las personas debe ser una de las cualidades fundamentales en quienes desean convertirse en médicos, esa es la visión de Roberto Montoya Argüello, galeno con 50 años de ejercicio.
Desde muy joven, Montoya tenía decidida su vocación, a sus cortos 10 años el deseo de convertirse en médico tocó su puerta, específicamente en un "partero”, inspirado por la figura de un médico de su ciudad natal, San Miguel, quien lo recibió cuando nació en 1947.
"Él era un hombre muy respetado, un hombre tranquilo y yo sentí que yo podía, y debía, servir a la sociedad de esa manera, así que desde los 10 años dije que iba a ser médico y partero”, manifestó el galeno.
Con el paso de los años su elección no cambió, arraigado a su decisión, el joven Montoya inició en 1965 sus estudios en la Universidad de El Salvador (UES) y ocho años después, a la edad de 26, cumplió ese sueño al graduarse como médico general, en 1973.
El médico recuerda que durante sus años de universitario participó como voluntario en la Cruz Roja de San Miguel, con el propósito de brindar asistencia a los soldados en la guerra contra Honduras, junto a otros tres compañeros de carrera.
"Yo aún era estudiante de Medicina cuando estuvo la guerra contra Honduras, y en aquel afán de búsqueda de aventura, decidimos irnos cuatro amigos voluntarios a la Cruz Roja de San Miguel y nos mandaron al frente. Recuerdo que llegamos en una noche de batalla y nos solicitaron que uno de nosotros se quedara y dije: ‘Yo me quedo’, me quedé tres días sudando entre los montes, comiendo nada más limón con agua", relato con gracia Montoya.
Posterior a ello, Montoya regresó a "la vida civil”, como describió. En 1972, inició su servicio social en el municipio de Metapán, al otro lado del país, en el departamento de Santa Ana en la unidad médica número 27, debido a que en esa época la UES tuvo un cierre temporal.
"El ministro de esa época nos pidió que continuáramos porque no había estudiantes que hubieran terminado la carrera para poder llegar a cubrir el año social y volutamiente con otros compañeros dijimos que sí”, recordó.
Aseguró que durante su residencia en Metapán, fueron años "maravillosos” donde conoció mucha gente e hizo amistades que aún perduran en el tiempo.