Días inciertos, pero debemos salir adelante

Lunes 29, Junio 2020 - 12:00 AM

Claro que tengo miedo. todos tenemos miedo, pero los miedos hay que enfrentarlos y vencerlos. desanimarse no ayuda en nada.

Son días inciertos, angustiantes, llenos de ansiedad, de dudas. El mundo se ha llenado de miedos, de sentimientos difíciles de explicar. La seguridad que sentíamos sobre nuestras vidas y nuestro futuro o el de nuestras familias y nuestros hijos, se ha visto ensombrecido por un virus que tiene un tamaño diminuto de entre 100 y 120 nanómetros.Claro que tengo miedo. Todos tenemos miedo, hasta los cínicos que se burlan de la pandemia, pero los miedos hay que enfrentarlos y vencerlos. Desanimarse no ayuda. Racionalizar lo que sucede, aunque cueste y uno viva con el temor del contagio y todo lo que eso trae consigo.Los científicos están trabajando duro por una vacuna. El personal de Salud trabaja de sol a sol para salvar vidas, con la precariedad histórica de nuestro sistema, pero da esperanza ver cada día a pacientes dados de alta que agradecen a Dios y a sus médicos y enfermeras haber superado los síntomas.A estas alturas, todos tenemos familiares, amigos, conocidos, compañeros de trabajo, que se han enfermado e incluso fallecido. El dolor es inmenso por estos últimos, además, las circunstancias de sus funerales hacern todavía más dura la despedida. Pero gracias a Dios también conocemos gente que ha salido adelante y se ha curado. Gente que lucha y ha luchado por su vida y es la inmensa mayoría.Son días inciertos en todo sentido. No solo en la salud. En el trabajo, para empleados y empresarios. Para productores y consumidores. Pero no podemos desanimarnos ni tener una visión apocalíptica de las cosas. Pensemos en nuestros bisabuelos y abuelos que hace un siglo, con una ínfima parte de la tecnología y adelantos médicos que tenemos hoy, vencieron la pandemia de Gripe Española, dos guerras mundiales, dictaduras militares y depresiones económicas. Como dignos herederos de esas generaciones, nos queda salir adelante y superar nuestros propios desafíos.