EEUU constata al menos 7.000 fallecidos en hogares de ancianos

Sábado 18, Abril 2020 - 8:19 AM
Crédito Europa Press
Al menos 7.000 personas han muerto en las residencias para la tercera edad en Estados Unidos a causa del coronavirus, que ha asolado ya más de 4.000 hogares de ancianos, según ha informado el diario 'New York Times', que describe una panorámica desoladora de la situación en estos lugares.En general, alrededor de una quinta parte de las muertes por el virus en Estados Unidos están relacionadas con hogares de ancianos u otros centros de atención a largo plazo, según muestra la revisión de casos del medio, y más de 36.500 residentes y empleados en todo el país han contraído la enfermedad.Los centros de atención a los mayores han sido por norma los lugares más castigados en todo el mundo, tanto por la vulnerabilidad de su población como por la concentración de personas, en ocasiones, por falta de atención."Son pozos de muerte", ha lamentado Betsy McCaughey, ex teniente de gobernador de Nueva York y fundadora el Comité para Reducir las Muertes por Infección, una campaña educativa dirigida a detener las infecciones contraídas en el hospital. "Estos hogares de ancianos ya están abrumados. Están abarrotados y faltos de personal. Un paciente positivo en un hogar de ancianos desemboca en una carnicería", lamenta al medio.A principios de marzo, las autoridades estadounidenses emitieron nuevas medidas de orientación para más de 15.000 hogares de ancianos en todo el país: restricciones en los comedores, la cancelación de reuniones sociales y un incremento de la supervisión sobre los mayores.Sin embargo, en una información publicada este viernes, el 'Times' ha indicado que muchas de estas restricciones no se están aplicando en su totalidad y que muchos trabajadores de residencia simplemente no están capacitados para evaluar la situación de los ancianos.Los empleados de algunas instalaciones han dejado de venir a trabajar. En California, 83 pacientes con el virus tuvieron que ser evacuados de un centro de enfermería en el condado de Riverside después de que solo uno de los 13 asistentes de enfermería se pasara por el trabajo. Dieciséis empleados y docenas de pacientes habían dado positivo, días antes.Incluso ahora, el equipo de protección es escaso en muchos hogares. Una asistente de enfermería en un centro de enfermería de Detroit, bajo el anonimato, denuncia al medio que le habían dado una máscara N95 pero que debía durar tres semanas. Sin trajes disponibles, dijo que a ella y a sus compañeros de trabajo se les mandó que se vistieran con las mismas ropas en las que duermen los pacientes.