El reporte, que reconoce las limitaciones en la recolección de datos oficiales, examina el peso en la economía de la industria de ropa de segunda mano en El Salvador, Guatemala, Honduras y Costa Rica.
Esta investigación concluye que la venta y consumo de prendas de vestir usadas genera “importantes beneficios” para los consumidores y las cuentas fiscales de cada país.
Este estudio recalcó que el comercio internacional de ropa usada mueve entre $1,500 y $3,400 millones, con un intercambio de más de cuatro millones de toneladas. Esto a pesar de que solo una cuarta parte de las prendas de postconsumo se recogen para su reutilización y, de esa cuota, un 40 % ingresa en el mercado.
En el caso de El Salvador, el estudio retoma estadísticas de 2021 cuando el país importó 35,302 toneladas de ropa usada, lo que equivale a un poco más de 77.82 millones de libras y significó un costo de $62.3 millones.
Estos datos colocan a El Salvador en el puesto número 23 en ranking de importadores de ropa usada en el mundo, con una cuota de apenas 1.9 %. Además, las compras para el mercado salvadoreño crecieron un 37.2 % en cuatro años, desde las 25,719 toneladas que se recibieron en 2018.
A pesar del exponencial crecimiento, representan el 4.4 % de las exportaciones de maquila de las empresas salvadoreñas, que el año pasado registraron $1,401.2 millones. Los principales productos enviados corresponden a prendas y complementos de vestir, como camisetas, calcetines y ropa íntima.
PIB y tributos.
La mayoría de importadores de ropa usada procede de Estados Unidos, a donde también se destina la gran parte de las exportaciones textiles y de confección de las maquilas salvadoreñas.La firma estima que el sector de la ropa de segunda mano contribuye con el 1.41% del Producto Interno Bruto (PIB, producción de bienes y servicios) salvadoreño.
De igual manera, en su reporte señala que el arancel de importación de estas prendas es de 13 %, lo que se tradujo en más de $16 millones de ingresos al fisco en 2021.
Del istmo, el principal importador es Guatemala con más de 130,364 toneladas valoradas en $157.4 millones. Después está Honduras con 65,901 toneladas, que equivalen a $123.9 millones; y Nicaragua importa cerca de 52,500 toneladas por $88.5 millones.
Empleos.
Lisa Jepsen, CEO de Garson & Shaw, un proveedor de ropa y artículos de ropa usada, destacó que esta industria es una “fuente creciente de empleo relativamente bien remunerado” para 1.5 millones de personas, cuya proyección es que llegue a tres millones de puestos de trabajos para 2042.La investigación calcula que actualmente la venta de ropa usada genera 221,961 empleos en El Salvador y llegarán a 408,374 dentro de dos décadas.
“Esta contribución a la economía regional es inestimable”, agregó la ejecutiva, quien cree que la industria contribuye al “empoderamiento económico al proporcionar empleo seguro y permitir a las personas, en particular a las mujeres y los jóvenes, establecer sus propios negocios”.
El comprador “típico” de El Salvador tiene ingresos entre $400 y $500 mensuales lo que, para el estudio, demuestra que tienen capacidad adquisitiva para adquirir ropa nueva, pero eligen de segunda mano para completar sus armarios.