Los migrantes salvadoreños podrán optar por el bitcoin, una criptomoneda sin regulación, para enviar sus remesas hacia El Salvador; pero según especialistas financieros, es muy poco probable que realmente lo hagan. Esto, debido a los riesgos, costos y complejidad que esta divisa representa.
El pasado 8 de junio, la Asamblea Legislativa aprobó la Ley Bitcoin, que establece el bitcoin "como moneda de curso legal, irrestricto con poder liberatorio, ilimitado en cualquier transacción”. El presidente de la República, Nayib Bukele, asegura que busca favorecer la bancarización y evitar que se pierdan "millones de dólares" en intermediación por el envío de remesas en el exterior, que hasta ahora quedan en los bancos y otros agentes financieros.Pero, ¿están listos los migrantes para desechar el dólar y adoptar una criptomoneda? Especialistas financieros consultados por el Diálogo Interamericano creen que la adopción del bitcoin será dolorosa, difícil, y podría suponer
más riesgos que beneficios reales para la población salvadoreña. "Complejo y volátil".
Es poco probable que el bitcoin, que es difícil de usar y volátil en su valor, sea una vía de inclusión financiera para todos los salvadoreños, asegura
Julia Yansura, directora para América y el Caribe de Global Financial Integrity. Para los migrantes, especialmente, "el bitcoin es demasiado complejo para ser atractivo", advirtió.
El analista senior para America's Market Intelligence, Tim Jacklish, señala que el reconocimiento del bitcoin como divisa podría parecer innovador, pero es, en el fondo, "una apuesta riesgosa, que ofrece algunos beneficios" pero "riesgos sustanciales" a la economía salvadoreña.
Según los analistas, la convertibilidad del bitcoin a dólar supone un alto costo fiscal. /Foto: Archivo DEM.
Transacciones más caras.
Para Jacklish, "no hay mérito para creer que las transferencias en bitcoin reemplazarán las remesas tradicionales", debido a que el costo de las transacciones puede ser incluso más alta.El analista advierte que, aunque se reduce la necesidad de intermediarios financieros, la congestión en la 'blockchain' (tecnología para el desarrollo de las criptomonedas como el bitcoin) puede ocasionar precios más altos. La bitcoinización también sería dolorosa para los comerciantes, debido a que la ley requiere que todos los agentes económicos acepten bitcoin como forma de pago.
"Si se vuelve obligación, esto podría obligarlos a hacer costosas inversiones en monederas de bitcoin y tecnología para procesarlas", agregó.Manuel Orozco, director del Centro para la Migración y la Estabilización Económica en Washington, explicó a AFP que "el éxito" de los envíos en bitcóin "está apoyado en dos supuestos" que son el funcionamiento de "la ley que exige aceptar la criptomoneda, (y) que el migrante enviará remesas en criptomoneda".Pero esto no necesariamente sucederá. "Hasta ahora, la industria de remesas ha sido muy reacia a meterse a ese mercado", indicó, debido al valor de uso limitado y falta de controles de seguridad.
Fondos insuficientes.
Otra preocupación de los analistas es si El Salvador puede asumir los costos de la conversión instantánea al dólar, tal como lo ha propuesto el Gobierno, a través del Banco de Desarrollo (Bandesal).Helen Harris, investigadora sénior de McLarty Associates, asegura que la volatilidad del bitcoin; es decir, los cambios constantes en el valor de la criptodivisa, ponen en riesgo las finanzas del país. El Gobierno designó un fideicomiso de $150 millones para Bandesal, que será el encargado de cambiar los bitcoin a dólares cuando los agentes económicos así lo deseen. Hasta la fecha, se desconoce cómo se financiará ese fideicomiso.Otra consecuencia, para Harris, es el impacto negativo en el medio ambiente por el alto consumo de energía de la criptomoneda, y las actividades para minar bitcoins.
En El Zonte, los agentes económicos están utilizando el bitcoin desde hace casi tres años. Este, sin embargo, no era de uso obligatorio. /Foto: Archivo DEM.
Un paraíso del lavado.
Los tres analistas coincidieron en que uno de los mayores riesgos es que El Salvador se convierta en un paraíso de lavado de dinero, el crimen organizado y el tráfico de drogas.Harris prevé que haya un impacto negativo en los esfuerzos del país contra el lavado de dinero; y esto, a su vez, rompa la negociación de un acuerdo fiscal con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Atraer inversión y desarrollo, además, no es tan simple. Yansura reconoce que la seguridad ha mejorado "en parte", pero el país sigue siendo "muy vulnerable al crimen organizado y el tráfico de drogas". El apoyo de Bukele al bitcoin también podría darle falsa confianza a los salvadoreños para usar las criptomonedas como método de ahorro, advierte Jacklish.