El cannabis pudo haber sido cultivado desde la época neolítica, según un estudio. Foto. AFP
El cannabis fue cultivado por primera vez por los humanos hace unos 12.000 años en China, según un estudio basado en el análisis de los genomas de plantas de todo el mundo.Según el estudio, publicado el viernes en la revista Science Advances, la historia genómica de la domesticación del cannabis no había sido suficientemente estudiada en comparación con otras especies, en gran parte debido a las restricciones legales.Los investigadores
recopilaron 110 genomas completos que abarcan todo el espectro del cannabis, desde las plantas silvestres hasta los híbridos modernos utilizados para el cáñamo y la droga, pasando por los cultivares, es decir, las especies vegetales criadas artificialmente.El estudio asegura haber determinado
"el momento y el origen de la domesticación, los patrones de divergencia posteriores a la domesticación y la diversidad genética actual". "Nuestra datación genómica sugiere que los primeros ancestros domesticados de los tipos de cáñamo y droga divergieron del cannabis basal"
hace unos 12.000 años, "lo que indica que la especie ya había sido domesticada a principios del Neolítico", señala el estudio.En contra de una opinión ampliamente aceptada, que asocia el cannabis a un centro de domesticación de cultivos en Asia Central, nuestros resultados son coherentes con un único origen de domesticación del 'cannabis sativa' en Asia del Este, que concuerda con las primeras evidencias arqueológicas", dijeron los autores.El cannabis se ha utilizado durante miles de años para los tejidos, así como por sus propiedades medicinales y psicotrópicas.La evolución del genoma del cannabis
sugiere que la planta fue cultivada con múltiples fines durante varios milenios, según el mismo estudio.Se cree que las variedades actuales de cáñamo y de droga
tienen su origen en la cría selectiva iniciada hace unos 4.000 años, optimizada para la producción de fibra o cannabinoides.La selección dio como resultado plantas de cáñamo altas y sin ramas, con más fibra en el tallo principal, y plantas de marihuana cortas y bien ramificadas, con más flores, lo que maximiza la producción de resina.El estudio fue dirigido por Luca Fumagalli, de la Universidad de Lausana, y en él participaron científicos de Gran Bretaña, China, India, Pakistán, Catar y Suiza.