El Centro de Predicciones Climáticas de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos indicó esta semana que existe un 55 % de probabilidad que el fenómeno de La Niña se desarrolle a partir del mes de junio y agosto del 2024, luego de más de un año que El Niño aumentara las temperaturas del océano Pacífico.

“Los pronósticos más recientes de IRI indican una transición hacia el ENSO-neutral durante primavera 2024, con La Niña potencialmente desarrollándose durante el verano 2024”, indica el informe publicado el 8 de febrero, que brinda un nuevo pronóstico sobre el clima en los próximos meses.



Sin embargo, la entidad explica que con la llegada de la primavera “los pronósticos tienden a ser menos confiables”, pero también indica que “hay una tendencia histórica a que La Niña siga los eventos fuerte de El Niño”.

El 8 de junio, los meteorólogos de la Oficina Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos confirmó que El Niño ya se había establecido en el océano Pacífico. El Niño es un fenómeno climático natural, donde los océanos presentan temperaturas más cálidas que el promedio del Océano Pacífico central y oriental, cerca del Ecuador.

Días más tarde, el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales confirmó la influencia del fenómeno en el país, y provocó tres sequías meteorológicas entre julio y agosto, además de una reducción de lluvias al final del invierno, que rondó el 7.6 % al final del año.

Por el contrario, La Niña es un fenómeno que trae consigo un exceso de lluvia durante el periodo invernal, y en el país, ha sido el responsable de tormentas tropicales y huracanes que han dejado pérdidas en los cultivos y tragedias.