El principal problema del país

Martes 28, Julio 2020 - 12:00 AM
Toda encuesta que se respete, tiene una pregunta clave, para entender lo que acontece en una nación, generalmente es la primera pregunta del cuestionario y se redacta de la siguiente manera: En su opinión. ¿Cual es el principal problema que enfrenta actualmente El Salvador? En el pasado reciente, en las respuestas de las personas entrevistadas se alternaba la seguridad y/o lo económico. En el momento actual, el principal problema del país es el covid-19.Otro aspecto distinto que aparece en la última encuesta del Instituto Universitario de Opinión Pública (Iudop) de la Universidad Centroamericana "José Simeón Cañas” (UCA) es que: después de la pandemia, como principal problema de país, las personas encuestadas contestaron, que el segundo problema en importancia es la confrontación entre los Órganos de Gobierno y otras entidades estatales.La confrontación política en sí misma no es mala, si es entendida como un encuentro cara a cara, donde dos o más partidos políticos discuten sus diferentes puntos de vista, opiniones y a partir del enfrentamiento de ideas encuentran soluciones a una determinada cuestión. La confrontación surge necesariamente de las diferencias y es muy importante si contribuye a encontrar las soluciones más acertadas para los problemas.En la actividad entre partidos se puede admitir que la confrontación se vea como normal, la verdad es que esto es así­, forma parte del juego polí­tico. Pero una cosa es aceptar que la confrontación es de la esencia de la polí­tica y otra cosa es soportar la confrontación estéril.Es claro que los partidos polí­ticos, para seguir existiendo, deben confrontar. Pero lo que no se vale, es el juego de la confrontación estéril, pues un ambiente enrarecido solo lleva a un callejón sin salida, a una polí­tica sin sentido, que es nefasta porque no permite superar los desafíos nacionales.Una confrontación productiva, es útil, posibilita concretar acuerdos básicos de nación y da lugar a la elaboración de polí­ticas de Estado que son las que perduran más allá de un gobierno.La confrontación estéril no sirve: interfiere o paraliza la gestión pública, y contribuye al desencanto de la ciudadaní­a. Hay que tener en cuenta que la confrontación estéril y la polarización no van a desaparecer por sí mismas o por el mero paso del tiempo o mucho menos por hacer llamados en abstracto a la no polarización; se necesita un plan ciudadano para combatir y derrotarla y se tiene que elaborar pronto.En la encuesta está claro y la gente lo expresa también, en las redes sociales, hay consenso: la llamada clase política debe terminar con la confrontación estéril y trabajar en función de lograr soluciones a los desafiantes problemas actuales.Es una realidad, que la confrontación aumenta en periodos electorales, pues los candidatos buscan ganar votos a partir de desgastar al adversario, la intención es hacer pagar un costo polí­tico al adversario por sus errores, y así tener más posibilidades de triunfar en las elecciones.Entramos a una campaña electoral adelantada, los partidos políticos, ya tienen candidatos, es seguro que la confrontación recrudecerá. Ojala por el bien del país que los ciudadanos que aspiran a cargos públicos, sean prudentes y actúen con sensatez y respeten el duelo nacional, el dolor de patria. Por tanto salvadoreño fallecido.La población al decidir por quién votar, dentro de seis meses, debe tomar en cuenta la personalidad, honestidad, capacidad y compromiso de los candidatos, pues los sentimientos de aprobación o rechazo influyen mucho en las preferencias. Pero lo que el país necesita es que los aspirantes a cargos de elección popular propongan soluciones los problemas que más afectan a la población.Hay personas que alegremente hacen vaticinios acerca de quién ganará las elecciones del 28 de febrero de 2021. Están soñando, si empiezan a creer en sus habilidades adivinatorias. Ojo, pueden equivocarse.En los próximos seis meses cambiará más el país y también las percepciones de los ciudadanos acerca de a quien favorecer con su voto. No hay que olvidar que el comportamiento electoral de los salvadoreños es muy diferente en una elección municipal y de diputados que en una elección presidencial.Miembros de los Órganos de Gobierno y otras entidades estatales están engañados, si creen que alguno de Ustedes gana algo con el insulto, la descalificación o los gritos. Decepcionan, a la ciudadanía, es deprimente su desempeño.Que quede claro: La única actitud aceptable, en la coyuntura actual, es poner por encima de los intereses personales o de grupo, el interés superior de la nación y buscar acuerdos para sacar adelante al país.