El Salvador perdió cuatro años de crecimiento por la pandemia
Debido a que el nuevo coronavirus aún continúa circulando, el gasto del Gobierno puede aumentar y el rebote económico se suavizaría.
El cierre de empresas, despidos, caída de ingresos o retroceso en la pobreza es el reflejo del impacto de la pandemia del covid-19 en El Salvador, cuya economía perdió cuatro años de crecimiento solo en 2020, destacó ayer el Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi).
El Salvador se enfrenta a la peor recesión económica de los últimos 40 años, desde 1980, y se espera que el Producto Interno Bruto (PIB, que mide la producción de bienes y servicios en un período) se desplome entre -7 % y -9 % según las proyecciones de organismos internacionales y la oficial del Banco Central de Reserva (BCR).
En términos de la generación de riqueza, el PIB salvadoreño previsto para 2020 quedaría en niveles de 2016. "Eso quiere decir que estaríamos hablando de que El Salvador estaría perdiendo cuatro años de crecimiento en un solo año”, indicó Abelardo Medina Bermejo, economista sénior del Icefi.
¿Crecimiento o volver a la normalidad?
El economista recordó que en términos generales las economías centroamericanas tenían una trayectoria de crecimiento potencial antes de la recesión por el covid-19, que en el caso de El Salvador era del 2.4 %.
Entonces, continuó explicando, cuando las autoridades hablan de la recuperación tras la crisis del 2020 se refieren a un crecimiento cercano al potencial, sin que implique un cambio sobre las condiciones productivas que se tenían antes de la pandemia.
Antes de la pandemia, El Salvador tenía las tasas de crecimiento económico más bajas de la región, mientras que Panamá tenía el avance más dinámico. |
"Lo que estamos observando es una vuelta a la normalidad, no necesariamente una recuperación de lo que se perdió como consecuencia de la pandemia”, indicó Medina.
Para todas las economías centroamericanas, con excepción de Nicaragua, se espera un rebote para 2021 y los más pronunciados serán de Panamá y El Salvador debido a que fueron los países que más se contrajeron en 2020.
Ejemplificó que el PIB de Panamá cerraría en 2020 en niveles de 2016 y, aunque se espera una expansión de la economía para 2021, no se traduce en un crecimiento inmediato a dígitos similares a los registrados previo a la pandemia. Si "todo camina normal” la economía panameña llegaría a finales de este año a márgenes como si estuviera en 2017.
Para la economía salvadoreña se espera una expansión entre 3.5 % y 4 %, pero su PIB cerraría este 2021 en niveles cercanos a 2017. "Quiere decir que, si bien esperamos un rebote en la actividad económica, como consecuencia de una recuperación del ritmo razonablemente normal, no se está observando una recuperación de las capacidades productivas perdidas el año pasado”, sumó.
Para el Icefi, la recuperación de la economía depende de la evolución de la pandemia y planteó que el rebote económico se puede suavizar si la enfermedad empeora.