El único sacerdote kuwaití enseña la Biblia vestido de beduino
Viernes 02, Marzo 2018 - 11:00 AM
Vestido con ropa beduina, los domingos el padre Gharib, único sacerdote de nacionalidad kuwaití, transmite las enseñanzas de la Biblia en Kuwait, un emirato poblado mayoritariamente por musulmanes.La víspera del 20º aniversario de su ordenación, el padre Emmanuel Gharib, de 68 años, declara a la AFP sentirse en Kuwait como pez en el agua. "Soy bien recibido allá donde voy".De una población total de 4,5 millones de habitantes, 264 son cristianos, según el último recuento, asegura, diseminados entre los 900.000 expatriados de diferentes confesiones cristianas que son libres de practicar su culto en ocho iglesias repartidas por todo el país.Nacido en el barrio de Qibla, en Kuwait City, Emmanuel Gharib se crió en una familia beata entre vecinos musulmanes.Como muchos kuwaitíes cristianos, sus raíces están fuera. Su padre nació en el seno de una familia asiria de Turquía que huyó de las masacres perpetradas contra las poblaciones armenias y asirias."La Cruz Roja llevó a mi padre a Irak", dijo. Allí, en Mosul, se casó en 1945 con una cristiana asiria.La pareja decidió instalarse en Kuwait, país del que obtuvo la nacionalidad. Tuvo cuatro hijas y tres hijos, de los que Emmanuel es el mayor.- Primer sacerdote árabe del Golfo -Su educación estuvo marcada por los valores de tolerancia y de proximidad con los musulmanes, explica.Graduado en Geología en 1971, encontró trabajo en el ministerio de Petróleo. Su verdadera vocación le llegaría diez años después, cuando asistió con su esposa a una conferencia religiosa."Eso fue el giro decisivo" y "ahí, el Señor cambió mi vida. Volví a nacer y empecé mi viaje con Jesucristo".En 1989 empezó la licenciatura en Teología en el Seminario Teológico Evangélico de El Cairo. Allí, sus colegas árabes no estaban "sorprendidos sino muy felices" de tener a un kuwaití entre ellos, cuenta.Fue ordenado sacerdote en 1999 y elegido para liderar la Iglesia Evangélica Nacional de Kuwait, convirtiéndose en el primer cura árabe del Golfo.El padre Gharib también es vicepresidente y cofundador del Consejo de Relaciones Islamocristianas de Kuwait.El año próximo, celebrará dos décadas de servicio pastoral y la Iglesia Evangélica local, su 85º aniversario.La presencia de cristianos en Kuwait se remonta a más lejos, según el cura, que menciona la llegada de misioneros evangélicos estadounidenses y la fundación del hospital misionero estadounidense a principios de los años 1900."La sociedad empezó a tener una visión positiva de misioneros durante la batalla de Jahra, porque el hospital de la misión curó a heridos", afirma, refiriéndose a la batalla de 1920 en la que los kuwaitíes expulsaron a los invasores wahabíes saudíes.- 'Uno de los nuestros' -Por otro lado, los cristianos procedentes de Turquía, Irak, Palestina y países más lejanos como India, obtuvieron la nacionalidad en virtud de una ley de 1959.El ayuntamiento de Kuwait provee tierras para que la comunidad pueda enterrar a sus muertos, según el padre Gharib.Otros países del Golfo toleran a las comunidades cristianas, pero Arabia Saudita todavía prohíbe que se construyan iglesias en su territorio.Para los kuwaitíes cristianos, el hecho de tener como cura a uno de los suyos es una fuente de orgullo. "Nos encanta tener un cura kuwaití", afirma Abu Nader, un parroquiano de 63 años."Un cura egipcio o libanés practica la misma liturgia, pero un cura kuwaití comunica las enseñanzas de la Biblia en el dialecto kuwatí", subraya.Para Eyad Noman, de 54 años, el padre Gharib no es un eclesiástico como los demás. "Nuestra relación con él es muy fuerte. Se remonta a más de 50 años, antes de que se hiciera sacerdote. Es uno de los nuestros".