El Anillo del P pescador, grabado con el nombre de León XIV en su interior, muestra en el exterior a San Pedro sosteniendo las llaves del Reino y una red, en alusión al milagro bíblico de la pesca tras obedecer a Jesús. Este anillo actúa como sello pontificio y representa la autoridad conferida al nuevo Papa como garante de la fe, misión que, según el Evangelio de Lucas, le fue encomendada al apóstol Pedro.
Además del Anillo, León XIV también recibirá el Palio, una banda de lana blanca que se coloca sobre los hombros, por encima de la casulla. Este ornamento litúrgico, decorado con seis cruces negras de seda y tres alfileres (acicula), representa la figura del buen pastor y remite al sacrificio del Cordero de Dios.
El diseño del Palio incluye una cruz en cada una de sus extremidades colgantes, y cuatro en el anillo que rodea los hombros. Los alfileres, por su parte, simbolizan los clavos de la crucifixión de Cristo, subrayando el carácter de entrega que implica el liderazgo espiritual del pontífice.
Ambos objetos están estrechamente ligados a la figura de San Pedro, primer Papa de la Iglesia, y su entrega a León XIV reafirma la continuidad apostólica y el compromiso pastoral del nuevo líder de la Iglesia Católica.