El "Viacrucis migrante" inmóvil en el sur de México

Martes 03, Abril 2018 - 5:47 PM
 Mujeres lavando ropa, niños jugando. La "caravana" de migrantes centroamericanos que ha enfurecido al presidente estadounidense Donald Trump permanece varada en México y a más de 3.000 kilómetros de su destino previsto en la frontera de ambos países.Algo más de un millar de integrantes de la caravana, en la que viajan familias completas, hasta con una veintena de integrantes, incluidos abuelos, mujeres y niños, permanecen inmóviles, detenidos desde el sábado en la localidad de Matías Romero, en el estado sureño de Oaxaca.Partieron el 25 de marzo desde Tapachula, Chiapas, fronteriza con Guatemala. El 80% son hondureños, el resto guatemaltecos, salvadoreños y nicaragüenses.Pero ellos insisten en que seguirán su rumbo hacia la frontera, después de recorrer varias ciudades mexicanas entre ellas Irapuato, Guadalajara, Tepic (occidente), Mazatlán, Culiacán y finalmente Mexicali (noroeste), ciudad fronteriza con Estados Unidos."La caravana sigue y nuestro próximo objetivo es estar el 5 (de abril...) en la ciudad de Puebla (centro). Permaneceríamos hasta el 8", dijo un miembro de la organización Pueblo sin Fronteras bajo condición de anonimato, asustado según él, tras recibir amenazas de muerte por ayudar a los migrantes. Allí esperan recibir asesoramiento.Las autoridades mexicanas les han ofrecido ciertos beneficios como visas humanitarias o permisos de libre tránsito. A cambio les piden que se diluyan y se hagan "cada vez menos".El domingo, un grupo de 250 varones decidió avanzar y viajar por tren, pero una veintena de ellos fueron detenidos este martes por autoridades migratorias mexicanas cuando hacían una parada en Veracruz (este). "El delegado (de migraciones) se comprometió a dejarlos en libertad y permitir que sigan su camino", comentó el activista de Pueblo sin Fronteras.El gobierno mexicano asegura haber detenido y repatriado también a otro grupo de alrededor de 400 migrantes que se habrían separado de la caravana.En Matías Romero se ha instalado un diálogo entre los activistas que acompañan a los migrantes y las autoridades del Instituto Nacional de Migración (INM).- Amenazas "de muerte" -"Es por Trump, hay mucha presión para México. Nos han deslizado que si continúa en la misma dimensión y con revuelo mediático, pueden emprender acciones", dijo el activista.Algunas mujeres aprovechan para jugar con sus hijos pequeños bajo la precaria sombra de tiendas de campaña. Otros juntan agua en cubetas tanto para lavar la ropa que utilizarán en el trayecto como para asearse y combatir el intenso calor de esta zona del sur de México.Afanados en mantener el ánimo, los hondureños cantan su himno nacional en las tribunas del campo deportivo tras escuchar atentos los consejos de los activistas sobre qué pasos seguir.Los activistas denuncian amenazas desde que las imágenes de los migrantes -algunos andrajosos y caminando con sus pocas pertenencias a cuestas- fueron difundidas en medios estadounidenses."Nos llaman a nuestros celulares, nos mandan mensajes amenazantes, de muerte incluso. Es el sector racista de Estados Unidos", relata.Albergados en parques y campos deportivos, han asentado un improvisado campamento donde descansan sobre el césped envueltos en frazadas o toallas, o en el mejor de los caso en bolsas de dormir."Hemos estado durmiendo en los parques... Solo tendemos algo ahí para sentirnos un poco cómodos", dice Nixon Gómez, un migrante hondureño.- Trump enfurecido -El "viacrucis migrante", que desde hace unos diez años busca crear conciencia de las agresiones y maltratos que sufren miles de ilegales en su ruta hacia Estados Unidos, suele realizarse en tramos cortos dentro de territorio mexicano, aunque algunos participantes a veces se aventuran hasta la propia frontera.Pero este año, la protesta llegó a oídos del presidente Trump quien desde el domingo ha lanzado una catarata de enfurecidos tuits. Este martes incluso advirtió que podría desplegar al ejército estadounidense para esperarla.Trump también dijo por Twitter que de no detenerse la caravana están en juego el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), clave para la economía de México, como la ayuda internacional a países como Honduras."El señor está muy equivocado, la gente que va a subir a la frontera norte es la que tenga una orientación más certera sobre la opción de refugio en Estados Unidos, que es un derecho internacional. No estamos incurriendo en ningún acto ilegal", responde el activista.Después de Puebla, el próximo destino clave es la capital mexicana adonde arribarán entre el 10 y el 11 de abril. El mayoritario grupo de hondureños planea protestar ante su embajada, frente a la de Estados Unidos y en las representaciones de la Organización de Estados Americanos (OEA) y las Naciones Unidas.Los organizadores creen que la oferta de visas humanitarias para permanecer en México ha entusiasmado a poco menos de la mitad de los manifestantes. El resto -advierten- insistirá en llegar a Estados Unidos "para cruzar legal o ilegalmente".