La roya, un letal hongo que se propaga con los cambios drásticos de temperaturas, se esparció en los cafetales de Centroamérica en el ciclo 2012-2013, lastrando la producción y las exportaciones del grano de oro.
Libros de historia, poemas y hasta canciones recuerdan la época dorada de El Salvador cuando las fincas se llenaban de granos maduros y cientos de personas madrugaban con sus canastos a cortar el café. A pesar de la debacle de la caficultura, sigue siendo uno de los principales generadores de empleo en la zona rural.
Según el ISC, en la cosecha 2012-2013 se crearon 86,500 empleos, pero en el siguiente ciclo cayeron a 35,001.
En la siguiente década, la generación de empleo no volvió a esa cota y el mejor resultado fue de 47,756 en la cosecha 2018-2019.
En la actual corta de café 2023-2024, de acuerdo con el ISC, se han generado 43,993 empleos. Es decir, que el empleo en el sector se encuentra un 49 % inferior respecto a hace 11 años. La caída es más pronunciada si se compara con los niveles registrados a inicios de la década de 2000, cuando la mano de obra supera los 100,000 puestos.
En anteriores ocasiones, la Asociación Cafetalera de El Salvador (Acafesal) ha explicado que el sector se ha quedado sin mano de obra por varios factores, en los que influye la migración y la falta de relevo generacional, ya que los hijos de los productores prefieren dedicarse a otros negocios más rentables.
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La producción tampoco se recupera
La caída en la generación de empleo está alineada con una menor producción, ya que los caficultores cosecharon más de 1.7 millones de quintales de café oro uva en el ciclo 2012-2013 y se desplomó a 700,025 quintales en el siguiente año cafetero.Mostrar más
La producción de café tampoco logró recuperarse y en lo que va del ciclo 2023-2024 se han cosechado 879,856 quintales.
De acuerdo con los reportes de los beneficios, la producción de café es un 2.1 % superior a lo registrado en la cosecha 2022-2023 en el mismo período, cuando se obtuvieron 862,020 quintales.
El parque cafetalero está conformado por 165,026 manzanas cultivadas, de las cuales un 53 % se concentra en la cordillera Apaneca-Ilamatepec, seguido de un 24 % en El Bálsamo-Quezaltepeque.
La producción de café recae en las manos de 19,182 caficultores de los cuales un 36 % corresponde a mujeres, un 60 % a hombres y un 5 % a jurídicos.