Exasistente de cancillería habría usado su cargo para hacer adopción ilegal
Fiscalía dice que Aguilar Garza emitió documentos falsos en nombre del Estado salvadoreño para engañar a la madre de la víctima, que la acusó.
El Tribunal Cuarto de Sentencia de San Salvador instaló la vista pública contra Claudia Esperanza Aguilar Garza, exasistente del canciller Hugo Martínez y el alemán Nils Sjard Schultz, procesados por suplantación, alteración del estado familiar y falsedad ideológica, al principio el caso se comenzó a investigar como una adopción fraudulenta en la Unidad Especializada de Trata de la Fiscalía.
Según la acusación, Aguilar Garza contactó en una plataforma de adopciones fraudulentas a la víctima de nacionalidad costarricense Nicole Guerrero, quien estaba embarazada. Aguilar le dice que quiere a la niña, que le puede dar un hogar estable y la víctima accede.
Prevaleciéndose de su cargo, Aguilar Garza hizo una carta falsa donde decía que el Estado salvadoreño le otorgaba una pasantía para que la víctima se la mostrara a su madre, Vilma Guerrero Vásquez, quien ignoraba el embarazo de su hija, así la víctima pudo viajar al país en junio de 2016.
Aguilar y Schultz hospedan a Guerrero con el fin de, llegado el momento del parto, Guerrero se haga pasar por Aguilar para que la niña obtenga sus apellidos como hija biológica. La fiscalía dice que lo planearon todo: que los médicos no los conocieran y no supieran de la suplantación de identidad.
Según el Ministerio Público, Nils Sjard Schultz, suplantó la identidad a la costarricense haciéndola pasar como su esposa Claudia Esperanza Aguilar Garza, logró engañar a todos los médicos ya que no la conocían debido a que nunca había estado en control y visitado ese hospital.
Luego del parto, Guerrero regresa a Costa Rica y su madre, notó que ella pasaba deprimida. Al final la víctima contó la verdad a su mamá y es ella quien alertó a las autoridades salvadoreñas en la embajada, con sede en Costa Rica.
Según la fiscal, la imputada se contactó con la víctima para decirle que su madre retirara esa denuncia, pero Vilma Gurrero Vásquez no se detuvo en su lucha por recuperar a su nieta y viajó a El Salvador para pedir ayuda en diversas instituciones. Todo fue entorpecido porque Aguilar Garza, debido a su cargo en el gobierno, bloqueaba todas las ayudas que las instituciones ofrecían otorgarle, hasta que Guerrera Vásquez, llegó a la Fiscalía.
Según la Fiscalía, la imputada logró que desde la dirección de Migración y Extranjería le pusieran restricciones migratorias a Vilma Guerrero Vásquez y fue la fiscalía quien tuvo que hacer diligencias para que ingresara al país.
La Fiscalía no ha proporcionado el nombre del director de Migración que ayudó a entorpecer las investigaciones, ha confirmado que otra unidad de la institución está investigando a ese exfuncionario.
Según la Fiscalía, la víctima estaba en Costa Rica en un estado de vulnerabilidad ya que estaba embarazad y su madre no lo sabía y el padre de la niña tampoco le había dicho que se haría cargo, por lo que Aguilar Garza le hizo creer que ella le podía dar una mejor vida en El Salvador y que solo se viniera, que ella iba a cuidar a la niña, que le iba dar todo.