FMI insiste que el bitcoin es clave en negociaciones con El Salvador

El Fondo Monetario Internacional (FMI) insistió este jueves en que el bitcoin es un elemento clave en la mesa de negociaciones para un programa de financiamiento con el gobierno salvadoreño. En conferencia de prensa, Julie Kozack, directora de Comunicaciones del FMI, recordó que "hemos recomendado un estrechamiento del alcance de la ley de bitcoin, el fortalecimiento del marco regulatorio y la supervisión del ecosistema de bitcoin y limitar la exposición del sector público al bitcoin”. Desde la adopción del bitcoin, en septiembre de 2021, el Fondo Monetario expresó su preocupación por el impacto de la criptomoneda en el sistema financiero. En 2022, incluso recomendó que se eliminará la categoría de curso legal, pero el gobierno salvadoreño lo interpretó como una injerencia en las decisiones monetarias. El bitcoin fue uno de los factores que frenaron en 2021 las negociaciones de un acuerdo con el FMI por $1,300 millones, así como la destitución de los magistrados de la Corte Suprema de Justicia y el fiscal general de la República. En agosto pasado, el FMI anunció que había llegado a un acuerdo preliminar con la Administración de Nayib Bukele para un programa que contempla un ajuste fiscal de 3.5 puntos del producto interno bruto (PIB) por tres años para colocar la deuda en un camino sostenible.

Últimas conversaciones

Bukele se comprometió en octubre de 2023 a que su gobierno firmaría un acuerdo con el FMI después de las elecciones programadas para febrero y marzo de 2024. Luego, en las negociaciones con los inversionistas para una emisión de $1,000 millones de bonos, en abril pasado, Hacienda planteó dos nuevos compromisos: mejorar en dos grados la calificación soberana o un acuerdo con el FMI para octubre de 2025, si no tendrá que pagar un cupón adicional por esa deuda. Esta semana, el ministro de Hacienda, Jerson Posada Molina, aseguró que están cerca de firmar un programa con el Fondo Monetario porque tienen un "diálogo profundo y muy avanzado”. Asimismo, Kozack consideró que el anteproyecto del presupuesto de 2025 sin incluir deuda para gasto corriente es un "buen paso” para fortalecer las finanzas públicas, pero necesita una ejecución contundente. "El proyecto de presupuesto incluye medidas para contener la factura salarial y el gasto en bienes y servicios; sin embargo, y tendrá que ir acompañado de una aplicación firme en el futuro", indicó.