Las poblaciones jóvenes son las más apáticas a votar de acuerdo a Fusades. / DEM
Las diferencias entre los aumentos del padrón electoral y la población mayor de 18 años proyectada según datos de la Dirección General de Estadísticas y Censos (Digestyc) representa un llamado de alerta y pone en duda la veracidad de los datos de la participación electoral.Así lo indica un análisis del Departamento de Estudios Políticos (DEP) de la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (Fusades), que indica que la depuración del padrón debe ser una "tarea prioritaria” para garantizar que el dato sobre la cantidad de salvadoreños posibles electores "sea confiable”.Lo grave, de acuerdo a esta institución, es que "un número sobreestimado de posibles votantes abre la posibilidad para cuestionar la transparencia y legitimidad del proceso” electoral.Fusades recuerda que hay legislación que garantiza comunicación entre el Tribunal Supremo Electoral (TSE) y el resto de instituciones que alimental el registro para garantizar un padrón limpio que no permita la duplicidad del voto.
ParticipaciónPese a esa observación, Fusades sostiene que los datos revelan un desinterés de los votantes para elegir a los diputados, pero ve los jóvenes como un "mercado de oportunidad en términos de potenciales votantes”.Señala que los hombres de 24 a 29 años son los que menos votan, y las mujeres entre 40 y 59 años son quienes más participan en las elecciones. "Cada vez más los funcionarios están siendo electos por minorías que deciden el rumbo de la mayoría”, indica. La investigación advierte una caída de la participación de 8.48 puntos de 2006 a 2018.