El salario promedio para jóvenes es de $200. Muchos trabajan de manera eventual en el sector servicios.
Se estima que cada año entre 50,000 y 55,000 jóvenes entran en edad de trabajar. Tras el cierre de la economía en 2020 y la etapa de recuperación en 2021, se calcula que el impacto en El Salvador puede dejar hasta 110,000 personas sin acceso a un empleo formal.Datos del Instituto Salvadoreño del Seguro Social (ISSS) revelan que el país finalmente logró recuperar los empleos perdidos por la pandemia en el séptimo mes de 2021.Según los registros de la entidad, en febrero de 2020 -un mes antes del inicio de la crisis sanitaria- los empleadores registrados en El Salvador reportaron 881,779 trabajadores, la cifra tocó fondo en junio cuando el número llegó a 810,009, es decir, 71,770 menos.
Panorama.
La recuperación del empleo formal se inició en la medida que la actividad económica se reinició tras las cuarentenas decretadas por el Ejecutivo y finalmente superó el nivel de febrero del año pasado 17 meses después de iniciada la crisis.En julio de 2021, el número de empleados reportados alcanzó los 885,340 y superó en 3,561 al registro de febrero del año pasado.Pedro Argumedo, economista e investigador de la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (Fusades), explicó que, si bien el registro del ISSS muestra una recuperación, esto deja por fuera a cientos que apenas llegaron a los 18 años en casi dos años de crisis sanitaria. "Las condiciones de vida son complicadas para las familias con hijos en edad de trabajar porque las oportunidades que se han dado son para recuperar lo perdido durante la pandemia. Prácticamente, los hogares con hijos que alcanzan la edad de trabajar no encuentran empleo en 2021 porque ni siquiera alcanzamos los niveles de 2019 y por eso nuestras tasas de emigración son sumamente altas”, valoró.Manuela Tomei, directora del Departamento de Condiciones de Trabajo e Igualdad de la Sede Central de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), explicó que en general los países de Centroamérica tienen altas vulnerabilidades por fenómenos complejos que abren la llave de la migración, situaciones que se agravaron con la pandemia."En Centroamérica y República Dominicana, en la última década el fenómeno migratorio se ha ido expandiendo en volumen, dinamismo y complejidad, y esto está estrechamente ligado al mundo del trabajo y la búsqueda de oportunidades laborales en condiciones decentes”, dijo. La complejidad del fenómeno migratorio se agudiza por las condiciones de violencia, lo que, añadió la especialista, "se suma el aumento de los flujos mixtos y de solicitantes de asilo y refugiados por crisis de diversa índole -como la provocada por el covid-19- y la vulnerabilidad al riesgo de eventos naturales como inundaciones, huracanes o sequías”, detalló Tomei.Maritza Calderón, viceministra de Trabajo de El Salvador, dijo en un conversatorio organizado por la OIT que el Ejecutivo trabaja para lograr la reducción de la migración irregular, crear condiciones propicias para que los salvadoreños se queden en el territorio y que migrar no sea una obligación, sino una opción.
El dato
Un estudio de Plan Internacional estima que en El Salvador el 19.1 % de los jóvenes tiene empleo, pero que solo el 2.3 % tiene uno estable y con acceso a seguridad social.