Fútbol femenino de luto

El fútbol femenino fue estremecido este fin de semana con el fallecimiento de dos de sus promesas que por distintas circunstancias llegaron "al final del partido” que con tantas energías habían disputado hasta este sábado 5 de agosto. Se trata de las jóvenes Tamara López, quien formaba parte del equipo de fútbol Alianza Woman, y Odalys Quezada que vistió la camiseta de la selección de la Universidad de El Salvador (UES).Con canchas distintas, pero con el mismo destino, la volante creativa de la institución alba perdió la vida en un accidente de tránsito en el municipio de Olocuilta sobre la carretera que lleva al aeropuerto internacional Monseñor Óscar Arnulfo Romero.La integrante de Alianza FC fue una de las siete víctimas fatales que dejó el microbús de la ruta 33A que se precipitó en un barranco de unos 30 metros de profundidad.Al conocerse la noticia, Alianza Woman y sus compañeras de equipo reaccionaron con dolor al perder a tan valiosa amiga y compañera de camerino. "Definitivamente su pérdida ha sido algo dolorosamente inesperado y no sólo queda un vacío en la cancha, sino que en cada uno de nuestros corazones. Pero, Tamara, mientras nuestros pies corran tras el balón, te tendremos presente entre nosotras. Cada juego que ganemos va a ser por ti, cada victoria y cada logro será en tu honor”, manifestó la cuenta oficial de Alianza Woman.En otro escenario, pero no menos doloroso, Odalys Quezada, que además estudió Licenciatura en Mercadeo Internacional en la UES, llegó al final de su batalla contra un cáncer con el que luchó sin cesar por varios meses y que la privó de su mayor pasión: jugar al fútbol con su segunda familia, la selección del alma mater. Familiares y amigos dieron el último adiós a la deportista "que aportó a nuestras vida muchos consejos, compartiendo pequeños momentos, pero inolvidables”.Tal como lo expresó Alianza Woman: "¿Quién dijo que los ángeles no juegan?”, ahora El Salvador conoce a dos: Tamara López y Odalys Quezada, que "ahora están jugando fútbol en las canchas de algodón del cielo”.