Gobiernos y ONG piden prudencia ante minería submarina
Lunes 17, Marzo 2025 - 3:22 PM


Varios países pidieron desacelerar esta práctica en busca de proteger los ecosistemas.
Numerosos gobiernos y ONG pidieron el lunes prudencia ante las presiones de la industria minera submarina, a pocos meses de la esperada presentación de la primera solicitud para explotar codiciados minerales en aguas internacionales.
En la apertura de una reunión de dos semanas de la Autoridad Internacional de los Fondos Marinos (ISA, por su sigla en inglés) en Jamaica, varios países que piden una moratoria de esta actividad para proteger los ecosistemas se mostraron preocupados por los riesgos de concluir demasiado rápido la elaboración de un "código minero" para regularla.
"Todavía estamos lejos de alcanzar un consenso sobre un código minero", comentó el embajador francés Olivier Guyonvarch. El último borrador consolidado del texto está salpicado de corchetes que ponen de manifiesto los desacuerdos.
"Hasta que no dispongamos de información científica suficiente y de un marco jurídico que garantice que cualquier plan de explotación se base en datos científicos reales y en normas sólidas, necesitamos una pausa cautelar sobre cualquier actividad", insistió la delegación costarricense.
Esta postura va ganando terreno, pero está lejos de contar con el apoyo unánime de los 169 Estados miembros de la ISA.
"Proteger el medio ambiente no significa abandonar la explotación", afirmó la delegación china, argumentando que ésta permitiría recabar más información para adoptar "medidas específicas" de protección medioambiental.
La ISA, creada en 1994 bajo los auspicios de la ONU y con sede en Kingston, organiza todas las actividades relacionadas con los codiciados minerales de los fondos oceánicos en jurisdicciones internacionales, protegiendo al mismo tiempo estos ecosistemas aislados y poco conocidos.
Su Consejo, que de momento sólo adjudica contratos de exploración, lleva más de diez años negociando un código minero que fije las reglas para la posible explotación de níquel, cobalto y cobre, considerados cruciales para la transición energética.