Cristian Flores, comisionado presidencial para Proyectos Estratégicos, señaló ayer que el Gobierno ha movilizado la terracería al lugar. Los habitantes de la zona también confirmaron a este periódico, con fotografías, la presencia de los tractores y tala de árboles en las áreas de trabajo.
“(Ya hay) equipos de trabajo de terracería en la zona, viendo cómo se va a comenzar la parte de diseños arquitectónicos. Ya hay un trabajo en físico, estudios de suelo, la parte que tiene que ver con el manejo de las aguas pluviales ”, indicó Flores.
El funcionario aseguró que los trabajos en el campo van “muy avanzados”. Incluso, agregó, se han establecido comunicaciones con aerolíneas con potencial para establecer conexiones en la nueva terminal al oriente del país.
Diario El Mundo documentó en junio de 2022 la incertidumbre de las familias residentes del caserío que serían desalojadas por la construcción del aeropuerto. En ese momento, varios productores habían desistido de cultivar por el temor a perder si los trabajos iniciaban antes de sacar la cosecha.
El comisionado Flores insistió en que los residentes del caserío debían ser reubicados, un tema que es atendido por el Ministerio de Vivienda y la Comisión Ejecutiva Portuaria Autónoma (CEPA).
“Con algunos pocos asentamientos que han estado en la zona han habido trabajo de las instituciones con mucha responsabilidad social para brindarles todo el apoyo para que puedan estar en un lugar digno... Eso se hizo hace más de un año”, acotó.
En condición de anonimato, un residente de la zona aseguró a este diario ayer que aún no han movido a las familias y el Gobierno tampoco ha pagado por los terrenos. El año pasado, algunos habitantes del caserío se quejaron de que el precio que ofrecía CEPA era mucho más bajo del valor.
Financiamiento.
Flores señaló que los primeros trabajos para construir la terminal se financian con fondos públicos, aunque aseguró que hay empresas interesadas en invertir en la terminal que, según el Gobierno, conectaría con Bitcoin City, otra promesa de la Administración de Nayib Bukele.El aeropuerto y el tren del Pacífico son dos promesas contempladas en el Plan Cuscatlán. De momento, el Gobierno ha destinado $6.3 millones para los procesos previos a la construcción y $12 millones para la ejecución de la primera fase.
En marzo pasado, la Asamblea Legislativa aprobó reformar el presupuesto para incorporar $5.8 millones para la preconstrucción y un plan de reasentamiento.
Los diputados no explicaron el fin de destino de los fondos, pero en el decreto aprobado se especificaba que $92,600 se utilizarán para remuneraciones, $821,659 para adquisiciones de bienes y servicios, y $4.9 millones para activos fijos.