Las empresas más afectadas en esta coyuntura serían pequeñas y medianas empresas, muchas de ellas del sector informal de la economía. / DEM
La empresa privada urge al Gobierno de una ruta para el restablecimiento de la actividad económica, paralizada por casi dos meses como parte de las medidas sanitarias para frenar la pandemia del COVID-19.De acuerdo con cifras de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el régimen de cuarentena que activó la administración de Nayib Bukele en marzo impacta a 1.3 millones de empleos, de los que alrededor del 42 % está en el mercado laboral informal y carece de algún tipo de cobertura social.Jorge Hasbún, presidente de la Cámara de Comercio e Industria de El Salvador (Camarasal), advirtió que existe el riesgo que de no activarse adecuadamente la misma necesidad empuje a la población a buscar ingresos."La economía se va a abrir por que la gente ya esta desesperada (...) Invito, mañana mismo, al ministro de Trabajo a que sigamos trabajando en los protocolos. Se necesitan”, puntualizó.El país vive desde el 7 de mayo un régimen de cuarentena especial que limitó más las actividades productivas, paralizó al transporte público y además restringe la movilidad entre municipios. La medida se mantendrá activa hasta el próximo 21 de mayo y no se descarta que puedan extenderse.El Ministerio de Hacienda confirmó esta semana que la actividad productiva trabaja al 20 % de su capacidad.Esta semana, familias en situación de riesgo han comenzado a mostrar banderas blancas como pedido de ayuda ante la falta de víveres, mientras el Gobierno coordina un plan para la entrega de más de dos millones de canastas alimenticias."Desde hace una semana estamos diciendo que si no se autorizan los protocolos y no se hace un calendario de apertura, la economía va a abrir desordenadamente, y no por que la gente no quiera cumplir la cuarentena, sino por que la gente ya no puede. Falta una visión de corto y mediano plazo en el Gobierno”, dijo el presidente de Camarasal. Agregó: "Se está actuando muy tarde y no sé si por falta de capacidad, agilidad o voluntad política”.Por su parte, Javier Simán,presidente de la Asociación Nacional de la Empresa Privada (ANEP), dijo que como sector no están a favor de seguir apoyando esquemas de cuarentena restrictivas como la que está en vigor.En su primera aparición en el cargo, Simán compareció junto a personeros del Gobierno donde mostraron un compromiso de trabajo conjunto que incluía un plan paulatino de apertura a partir de la segunda quincena de mayo, el mismo se mantiene en vilo por una delicada relación entre el Ejecutivo y la ANEP, marcada por el desconocimiento desde la Presidencia al liderazgo de Simán.Pese a que no hay llamados oficiales, Ernesto Castro, secretario privado de la Presidencia, dijo en Canal 12 que seguirán manteniendo diálogos. "Es un tema de actitud donde no podemos estar jugando a agarrar plataformas para un proyecto político personal”, manifestó."Nosotros somos los principales preocupados, los que más nos precisa que se reactive la economía (...) Vamos a seguir reuniéndonos con la empresa, esperamos que los frutos de esta cuarentena sean buenos para hablar de la reactivación económica (...) La idea es estabilizar la curva para ir abriendo poco a poco la economía, los Gobiernos no queremos un país quebrado, necesitamos un país productivo”, sentenció.El paro de la economía está erosionando las previsiones de ingresos a las arcas estatales, solo a marzo Hacienda recaudó $335.51 millones menos de lo previsto, ingresos que dependen en gran medida de la actividad comercial y productiva.
Apertura paulatina La ANEP sostiene que no está a favor de una apertura total, sino de una activación gradual.El sector no cree que todo deba estar cerrado y que es factible abrir rubros que no representan riesgos como empresas intensivas en maquinaria, mientras que otras actividades tendrán que mantener distanciamiento y sumar colaboradores paulatinamente.Óscar Picardo, director del Instituto de Ciencias, Tecnología e Innovación de la UFG, explicó que los modelos hechos por la entidad prevén que el 18 de mayo se llegue al pico de contagios y que desde el 21 inicie un descenso. Sostiene que es clave un acuerdo por que hay dos posibilidades: seguir en cuarentena o un plan de vuelta a la normalidad con controles. "No hay otra posibilidad y se debe cuidar lo logrado”.Añadió que una posibilidad de vuelta a la normalidad podría ser con el mismo criterio de uso del DUI y establecer tres fases de retorno.