Las autoridades de Guatemala han dado
este sábado por finalizada la actividad eruptiva del volcán de Fuego, que entró en erupción durante la jornada del viernes, tras un "descenso progresivo" de la actividad sísmica y de la expulsión de lava y ceniza.El portavoz del Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (Insivumeh), Emilio Barillas, ha destacado que este descenso de los parámetros "se traduce en una actividad efusiva baja, permitiendo que la extrusión del material magmático disminuya drásticamente y los flujos de lava ya no sigan activos".
"Estos cambios han sugerido dar por finalizada la actividad eruptiva del volcán de Fuego, que tuvo una duración total de 32 horas", ha manifestado, en un vídeo publicado por el organismo a través de su cuenta oficial en la red social Twitter.Asimismo, ha señalado que los flujos de lava en dirección a las barrancas Cenizas y Seca "ya no están activos", si bien ha matizado que "aún se presentan remanentes de los mismos que irán desapareciendo en las siguientes horas"."El material reciente generado por la erupción y generado principalmente en las barrancas Seca y Trinidad, al mezclarse con la lluvia en la parte alta del edificio volcánico, generará lajares de características moderadas a fuertes, con altas temperaturas", ha apuntado.Por otra parte, Barillas ha resaltado que
el volcán sigue emitiendo columnas de ceniza a 4.800 metros por encima del nivel del mar y ha añadido que éstas se desplazan "en dirección oeste y suroeste a una distancia de 15 kilómetros", por lo que en esta zona podría producirse la caída de ceniza fina.El volcán de Fuego, de 3.763 metros de altura y ubicado 35 kilómetros al suroeste de Ciudad de Guatemala, se erige entre las provincias de Escuintla, Sacatepéquez y Chimaltenango y es uno de los tres colosos activos en Guatemala junto al Pacaya y el volcán Santiaguito.Esta nueva fase eruptiva es la más fuerte registrada desde el 3 de junio de 2018, cuando una potente erupción provocó una avalancha que arrasó la comunidad de San Miguel Los Lotes y parte de una carretera en el poblado vecino de Alotenango, dejando 215 muertos y cientos de desaparecidos.