Identifican corruptela del país en EE. UU.

Lunes 28, Diciembre 2020 - 12:00 AM
La pandemia del covid-19 ha tenido un giro inesperado en nuestro país: no solo ha dañado la salud en general de nuestra población, sino que ha dejado al descubierto la identificación de una galopante corruptela de quienes, aprovechándose de esa condición, han hecho uso indebido de los recursos estatales para realizar oscuros negocios en su provecho personal. Esto a juzgar por las noticias recibidas desde el Congreso de los Estados Unidos de América, cuya lista con nombres y apellidos se entregará en fecha próxima al mandatario entrante de esa nación amiga y aliada, señor Joe Biden y quien, seguramente, dispondrá de acciones convenientes en los meses del ya cercano año nuevo de 2021. Un caso inédito e histórico que tal vez sirva como dura experiencia para modificar la conducta electoral de los ciudadanos salvadoreños, para no dejarse envolver con propagandas y encuestas falaces y poder elegir, con claridad y decisión, a sus futuros funcionarios gubernamentales.De antemano, cabe resaltar, que los congresistas estadounidenses han advertido, oportunamente, que si la administración Biden-Harris toma acciones contra los corruptos salvadoreños, que no se base únicamente en suspenderles las visas, como tradicionalmente se ha efectuado en otras épocas, sino que la actividad punitiva podría extenderse hasta solicitar, cuando así lo amerite cada acto ilícito en particular, incoar el enjuiciamiento respectivo en tribunales de los Estados Unidos o de El Salvador. Eso queda por hoy pendiente, pero es oportuno decirlo con toda fuerza, respeto y admiración, ya que esa rémora de la corrupción oficial ha marcado, casi siempre, el modus operandi de los gobiernos surgidos en los países situados al sur del Río Bravo, sin escaparse el nuestro.Lograr un cargo público, por elección o por nombramiento del gobernante de turno, no es considerado un justo reconocimiento a las capacidades intelectivas del favorecido o a sus estudios profesionales, sino un sendero fácil para "componerse financieramente”, usando y abusando del erario nacional, apoyado por la complicidad de los funcionarios superiores y de un ente contralor sumergido en la impunidad y la política criolla de "hacerse del ojo pacho”, aunque tuviera avisos de la corruptela o que así, lo evidenciaran los peritajes y auditorías fiscalizadoras, reservando los llamados "juicios de cuentas” para los empleados de menor categoría, bajo el dicho salvadoreño de que "al chucho más flaco se le pegan todas las pulgas”.La llamada danza de los millones, cuando el café llegó a valer muchos dólares por quintal en los mercados neoyorquinos, fue un tiempo inolvidable para los salvadoreños que aún sobrevivimos, pues éramos unos niños o preadolescentes, cuando desde voceros ocasionales de protesta, como aquella "Opinión Estudiantil” que editaba quincenalmente la Asociación General de Estudiantes Universitarios Salvadoreños (AGEUS), se denunciaban los actos de abierta corruptela y que nunca jamás fueron investigados ni llevados a juicio, como presenciamos en la actualidad y que, sin embargo, parece que la mano de la Diosa Justicia deja a muchos sin tocarlos…¡Eso debe terminar para siempre!Y hablando de estos asuntos, últimamente ha salido en los medios televisivos una propaganda electoral asaz salvaje, inconsciente y dañina, donde aparecen las fotografías de los expresidentes Alfredo Cristiani, Armando Calderón Sol (RIP), Francisco Flores (RIP), Antonio Saca, Mauricio Funes y Salvador Sánchez Cerén, donde el actual partido "oficialista” del señor Nayib Bukele, los insulta como corruptos y causantes de la ruina económica salvadoreña. ¡Pardiez! Y qué pronto esos mismos calificativos se dieron vuelta y alcanzaron, con velocidad supersónica, las estructuras de poder actuales, con el informe del influyente Congreso estadounidense pues, aunque no se ha hecho oficial su contenido en el momento que redacto mi columna, los datos escuetos que se han publicado hace indicar que "la cosa viene gorda” para los meses venideros. No nos alegramos por quienes resulten involucrados en esa repudiable trama de bandidaje estatal, pero nos satisface que el ambiente político nacional comience a purificarse de tantos individuos corruptos, cuya vacunación jurídica en los tribunales sea la salvación del futuro, como esperamos lo mismo de las condiciones pandémicas que aún perviven…¡primero Dios, no por mucho tiempo!