La iglesia católica demandó este domingo a Estados Unidos respetar los derechos de unos 200.000 salvadoreños, luego que el gobierno estadounidense anunció para 2019 el fin del estatuto de protección temporal (TPS), que les permite residir en ese país."Una vez más levantamos la voz, hoy unidos a su santidad el papa (Francisco), para pedir al gobierno y al parlamento de Estados Unidos que respeten los derechos de nuestros hermanos migrantes", exclamó el arzobispo de San Salvador, José Luis Escobar, al celebrar la misa de la Jornada Mundial del Migrante, en la céntrica catedral capitalina junto al nuncio apostólico León Kalenga.Estados Unidos acordó el lunes finalizar el 9 de septiembre de 2019 el TPS, para los salvadoreños que tenían el beneficio de residir y trabajar en esa nación desde 2001, cuando el país centroamericano fue afectado por dos terremotos.Una vez expire el TPS, los migrantes salvadoreños podrían verse separados de los 192.000 hijos que han tenido en Estados Unidos, si en los próximos meses no logran regularizar su situación.Los connacionales, según el arzobispo, deben ser tratados "con dignidad" porque "no son criminales por el solo hecho de no tener documentos migratorios".Los salvadoreños "con su trabajo" contribuyen a la economía de Estados Unidos por lo que en opinión de Escobar "merecen se les ayude a regularizar su situación migratoria".El arzobispo también hizo un llamamiento al gobierno del presidente Salvador Sánchez Cerén y a la sociedad local para que "se tomen providencias necesarias", y en caso de un eventual retorno de salvadoreños poder "estar preparados para recibirles".En 2017, El salvador recibió 5.021,3 millones de dólares por concepto de remesas familiares desde el extranjero, lo que significó un crecimiento del 9,7%, con respecto al año precedente, y un monto récord que equivale al 15,8% del Producto Interno Bruto, en la economía dolarizada del país centroamericano.El 97,2% de las remesas proceden de Estados Unidos donde residen 2,5 de los 3,0 millones de salvadoreños que se encuentran en el extranjero.El Salvador, con escasos 20.742 km2 y 6,6 millones de habitantes, tiene una economía que cerró 2017 con un escaso crecimiento del 2,4%. Además la violencia provocada en su mayor parte por las pandillas, ha generado una tasa de 60 homicidios por cada 100.000 habitantes, lo cual lo ubica como uno de los países sin guerra más violentos del mundo.