Independencia de Cataluña en suspenso

Miércoles 11, Octubre 2017 - 12:00 AM

Puigdemont pospuso la declaración de independencia para negociar con el gobierno de Rajoy.

El presidente catalán Carles Puigdemont dejó ayer en suspenso la independencia de Cataluña poco después de proclamarla en una confusa y tensa jornada, abriendo la puerta a negociaciones con el gobierno español que las rechazó de plano."Constituimos la República catalana como Estado independiente y soberano”, indica el texto firmado por Puigdemont y los otros 71 diputados independentistas tras una ambigua sesión del parlamento regional.Desde Madrid, la respuesta fue tajante: Puigdemont "no sabe dónde está, a dónde va ni con quién quiere ir”, denunció la vicepresidenta del gobierno español, Soraya Sáenz de Santamaría, anunciando un consejo de ministros extraordinario para hoy.El objetivo de la reunión del gobierno conservador de Mariano Rajoy será "abordar los próximos pasos” a tomar, para luego comparecer ante el Congreso, explicó la vicepresidenta.Sobre la mesa, el gobierno tiene la aplicación del artículo 155 de la Constitución, que prevé la suspensión del autogobierno de Cataluña, o incluso decretar un estado de emergencia, pero podría optar por una serie de medidas menos drásticas.Atrapado entre las llamadas internacionales al diálogo y la presión de los independentistas más radicales, Puigdemont anunció en el parlamento que asumía "el mandato de que Cataluña se convierta en un Estado independiente en forma de república”.Sin embargo, pidió que "el parlamento suspenda los efectos de la declaración de independencia con tal de que en las próximas semanas emprendamos un diálogo”.Justo antes de la sesión, Puigdemont recibió llamadas de mediadores internacionales que lo obligaron a retrasar el debate, afirmó una fuente del gobierno regional.En un inicio, la comparecencia debía servir para aplicar el resultado del referendo inconstitucional de autodeterminación del 1 de octubre, la victoria del sí con el 90 % de los votos.La independencia no suscita unanimidad en Cataluña, que está dividida en mitades casi iguales en torno a la cuestión, pero la mayoría de los catalanes quieren un referéndum para decidirlo, y Madrid se opone a éste.