Iota se debilita a categoría 1 pero sigue avanzando con fuertes vientos y lluvias

El huracán Iota se debilitó a categoría 1 en la mañana de este martes tras tocar tierra en las costas de Nicaragua, pero continúa generando vientos y lluvias en la región centroamericana, informó el Centro Nacional de Huracanes (NHC, por sus siglas en inglés).Según el último boletín de este martes, el sistema se ubicaba en el interior de Nicaragua a unos 25 kilómetros al oeste-noroeste de El Pia y alrededor de 145 kilómetros al oeste-suroeste de El Pia Puerto Cabezas.Iota tiene vientos máximos sostenidos de 135 kilómetros por hora, con ráfagas más altas y se movía en dirección oeste a una velocidad de traslación de 15 kilómetros por hora.El huracán comenzaría a debilitarse rápidamente hasta disiparse el miércoles sobre Centroamérica, según NHC.Iota rompió un récord histórico al ser el ciclón número 30 que ha llevado nombre en la actual temporada de huracanes en el Atlántico. Es además el huracán número 13 del 2020.El Salvador en alerta rojaEl presidente de la Comisión Nacional de Protección Civil y ministro de Gobernación, Mario Durán informó que El Salvador se mantiene en alerta roja, y que alrededor de 130 mil personas se encuentran trabajando en función preventiva ante la amenaza climatológica.Por su parte, la comisionada Presidencial, Carolina Recinos explicó que se cuentan con mil albergues habilitados en todo el país, y alrededor de 750 personas evacuadas a primeras horas de la mañana.Según el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN), se espera que aporte abundante humedad sobre el territorio, manteniendo el cielo de medio nublado a nublado durante todo el día, con lluvias y chubascos más organizados, tipo temporal, de moderada a fuerte intensidad, desde horas de la mañana en zonas al oriente y, conforme avance el día, sobre la franja norte y alrededores de la cordillera volcánica del país.Los vientos desde horas de la madrugada serían de componente noroeste, con velocidades entre 20 y 40 kilómetros por hora y ráfagas de hasta 70 kilómetros por hora, más sensibles en las zonas altas y descampadas.