Trejo también es promotora de desarrollo local con enfoque de género, tiene 32 años de ser psicóloga. / Wilson Urbina
La psicóloga Clelia Trejo explica que un agresor de una mujer es una persona que no aprendió a poner límites y tampoco a controlarse, por eso no se debe justificar diciendo que está enfermo." Jamás de los jamases se puede decir que un violador y un agresor es una persona enferma. Cuando yo digo que un agresor, que un violador está enfermo, lo estoy justificando, por lo tanto la ley lo perdona y no es cierto”, explicó la experta a Diario El Mundo.Trejo, quien es psicóloga desde hace 32 años y es la encargada de la unidad de género de la Caja Mutual del Ministerio de Educación (Mined) ejemplifica que cualquier persona puede ponerse límites: "¿usted controla el ir a oinar? ¿se aguanta, verdad? entonces ¿por qué no se aguanta ultrajarme? ...¿sabe por qué no se aguanta? porque no le enseñaron que existe el respeto y donde termina su derecho comienza el de la otra persona”.En el marco de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, la experta explica que los agresores son personas inmaduras, demandantes y que no asumen su responsabilidad."Siempre le echa la culpa a otro, pero nunca a él mismo o a ella misma; son celosos, egoístas, ególatras”, dijo.La defensora de derechos humanos de mujeres y niñas también dice que las mujeres que son víctimas de violencia dan señales: dejan de preocuparse por su apariencia, se deprimen y reprimen; se esconden, se vuelven apáticas, pierden peso y aparecen ojeras y moretones."¿Por qué la mujer no puede salir del ciclo de violencia? Por el aprendizaje adquirido de depender, de sentirse que el hombre le da su puesto, su valor, de que una mujer soltera es una cualquiera”, señala.La Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos (PDDH) ha instado a las mujeres víctimas de violencia a denunciar; solo en San Salvador, este año han registrado 10 casos y otros 25 con acciones inmediatas.Según la PDDH, la mayoría de casos son por feminicidios, expresiones de violencia, afectaciones a la libertad sexual y discriminación laboral.Este medio publicó esta semana que en 10 años (2007-2017) el Instituto de Medicina Legal (IML) y la Policía Nacional Civil (PNC) registraron 4,888 feminicidios en todo el país, más de 300 fueron cometidos en la capital.