La guerra y el devastador terremoto dibujan un futuro incierto para Birmania
Sábado 05, Abril 2025 - 8:00 AM


Las organizaciones humanitarias piden ayuda internacional para "actuar ya" y evitar "más sufrimiento" entre la población civil
La población de Birmania, un país que se encuentra sumido en una grave crisis humanitaria tras décadas de conflicto armado, hace frente a un futuro cada vez más incierto tras el devastador terremoto de magnitud 7,7 registrado el pasado 28 de marzo y que ha dejado más de 3.000 muertos y 5.000 heridos hasta la fecha.
A pesar del reciente anuncio de alto el fuego temporal por parte de la junta que gobierna el país desde el golpe de Estado que tuvo lugar en febrero de 2021 y de la tregua anunciada también por algunas de las facciones rebeldes que componen el complejo escenario bélico del país asiático, organizaciones de defensa de los Derechos Humanos alertan de la posibilidad de que los enfrentamientos continúen en zonas afectadas por el seísmo.
El director de la ONG Plan International en Birmania, Haider W. Yaqub, lamentó en declaraciones a Europa Press que la situación es "desastrosa" y ha reivindicado la importancia de los "principios humanitarios" a la hora de trabajar sobre el terreno.
Así, recalcó que existe una "necesidad de paz" entre la población civil, una cuestión de la que deberían "darse cuenta" las partes enfrentadas. "Espero que acaben entendiendo que hay que tomar las decisiones adecuadas para la gente, y esto requiere lograr la paz", ha apuntado.
Yaqub, que ha recordado que actualmente hay más de 3,5 millones de desplazados internos en el país, ha alertado de que cientos de miles de personas podrían verse forzadas a abandonar sus hogares. Por eso, ha sostenido, "es importante que la comunidad internacional apoye los trabajos humanitarios y que las partes implicadas den todo el acceso posible para facilitar la entrega de ayuda".
"Lograr recursos para toda esta población es sumamente complicado. La gente de los estados de Mandalay, Sagaing y Shan han sufrido graves daños. La comunidad internacional puede ayudar a que este país se vuelva más fuerte. Ya tiene todos los ingredientes para serlo, falta paz y estabilidad", ha explicado, al tiempo que ha matizado que esta paz "debe ser holística y no parcial".
Asimismo, ha recordado que la población "lleva varios días consecutivos sentada en la calle, a la espera de que pase algo" y con temor a las réplicas, que "son muy recurrentes". "Es poco seguro y no se sabe lo que va a pasar. Es un ambiente de incertidumbre", ha dicho Yaqub, que ha afirmado que los más afectados son aquellos que residen en asentamientos informales y barrios de chabolas, conocidas como 'slums', y que ahora no pueden volver a sus casas.
"La gente sigue con su vida, pero espera que las cosas mejoren pronto", ha sostenido, si bien existe el temor a que la desesperación aumente y parte de estas poblaciones acaben "tratando de ganarse la vida a través de actividades delictivas" debido a la pobreza y a la falta de recursos tras un desastre que ha dejado 17 millones de damnificados y 370 desparecidos.
Por otra parte, ha advertido de que los hospitales se encuentran "sobrepasados", lo que lleva a los familiares de los heridos a "trasladarlos por su cuenta fuera de la ciudad" de Mandalay. "La gente que puede permitírselo ha enviado a sus familias a otras zonas, pero quienes no tienen a nadie tienen que quedarse", ha subrayado, antes de incidir en el "compromiso de la organización con el pueblo de Birmania".