Las autoridades británicas piden prudencia ante playas atestadas de gente

Viernes 26, Junio 2020 - 6:39 AM
Una playa repleta de gente en Bournemouth, en el sur de Inglaterra, el 25 de junio de 2020. AFP
El gobierno británico exhortó este viernes a la población a que respete las distancias físicas para evitar que se descontrole de nuevo la pandemia de coronavirus ante las imágenes de playas atestadas de gente en medio de la ola de calor.Con temperaturas superiores a los 30°C, la jornada del jueves fue "extraordinariamente caliente", declaró el ministro de Medio Ambiente, George Eustice, a la cadena de televisión Sky News. "Pienso que debemos pedir a la gente que sea prudente", agregó.Superada por el flujo de veraneantes, la municipalidad Bournemouth, balneario en el sur del país, hizo referencia a un "incidente mayor" que obligó a una intervención coordinada de los servicios policiales y de socorro.El ministro de Salud, Matt Hancock, recordó el jueves en TalkRadio, que el gobierno puede cerrar espacios públicos en caso de que se incumplan las normas y "pasará a la acción" si el número de infecciones aumenta."La covid-19 se ha reducido gracias a los esfuerzos de todo el mundo, pero (el virus) sigue circulando de manera general. Si no respetamos las directrices de distancia física, el número de casos volverá a aumentar", advirtió el jefe de los servicios sanitarios de Inglaterra, Chris Whitty, en Twitter.Miles de forofos del Liverpool también ignoraron las recomendaciones sanitarias y salieron a festejar el primer título de campeón de Inglaterra del club en 30 años frente al estadio Anfield Road el jueves por la noche.La policía tuvo que intervenir también para dispersar varias fiestas en las calles de Londres y al menos 22 policías resultaron heridos el miércoles por el lanzamiento de botellas en Brixton por los recalcitrantes, en el sur de la capital.Las autoridades sanitarias recomiendan por ahora que se mantengan dos metros de distancia entre personas para evitar la propagación del virus que ha dejado más de de 43.000 muertos en Reino Unido, el país más golpeado de Europa.