Las industrias penitenciarias en El Salvador

Miércoles 25, Septiembre 2019 - 12:00 AM
Durante muchos años se ha demandado por diferentes sectores que los privados de la libertad en los centros penitenciarios deben de trabajar y producir, pero muy pocas ocasiones se menciona que ellos y ellas ya producen trabajo por medio de las denominadas Industrias Penitenciarias, que venden productos elaborados por las manos y talento de los internos e internas y que hasta el momento el Estado se beneficia de esas ventas sin que ellos reciban un ingreso que les permita atender sus necesidades. A la fecha, todos estos años esos ingresos están siendo utilizado para apoyar las necesidades de gastos del Estado, pero a los internos e internas no se les paga, siendo ellos los que generan los productos que se venden a precios competitivos de mercado.Ese trabajo no ha sido remunerado, al menos mejorando el nivel de alimentación que se les proporciona a diario en los tiempos de comida que no cumple un propósito de alimentación por que sus requerimientos de nutrición no los cumple, que podemos esperar con $2.70 por cada interno e interna para los tres tiempos de comida. En varias ocasiones he podido abrir las comideras y poder observar: dos tortillas no tipo salvadoreñas sino de "taco”, una pequeña porción de arroz y otra de macarrones, para darme cuenta que no hay un cuidado de poder al menos cumplir un carbohidrato y una proteína, por eso hay muchos hombres y mujeres con bajo peso y algunos con desnutrición.Uno de los rubros donde más fuga de recurso hay es en el servicio externo de alimentación ya que se pagan más de treinta y ocho millones de dólares anuales, cuando es un servicio que ya los internos hombres y mujeres pueden desarrollar en cada centro penitenciario, y de la utilidad que generaría, invertir en mejorar las cocinas, equipos y la comida. Cuándo se tomará la decisión de comenzar a disminuir el contrato de servicio. Pasan las administraciones y este tema no existe la voluntad de comenzar a resolverlo. Y qué decir que los internos, hombres y mujeres, toman sus alimentos en el suelo, parados o a donde puedan, porque no hay áreas de comedores. Se esperaba que en La Esperanza finalizara el primer comedor de todo el sistema en septiembre 2019 con el apoyo y cooperación de INL.Los internos y las internas, al recibir un salario mínimo por su trabajo, pueden invertir sus ingresos al menos en estas áreas que sugiero:
    El trabajo penitenciario es parte del tratamiento, debe combatir el ocio carcelario, pero al mismo tiempo les debe de generar las competencias y habilidades para su reinserción y cumplir la Constitución; los internos e internas deben de recibir un salario mínimo por su trabajo, y al menos que se mejore su alimentación y condiciones en los 28 centros penitenciarios en El Salvador.